May 08 2005
Hilando fino
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el 08.05.2005 (Sunday) a las 02:54:53 y está archivado en Turquesa.
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(Jean Dolent)
«Las radios rechazan de forma unánime 
El tema de la publicidad indirecta da para muchas comeduras de tarro. Las tuyas son muy curiosas. Yo te añado algunas:
- ¿Y si pagan a unas cuantas espectadores de las Olimpiadas para que lleven todos ropa deportiva de Adidas y llenen una grada, de forma que en televisión sea imposible no ver el fenómeno continuamente?
- ¿Y si les pagan para que lleven una enorme pancarta de I love Adidas que salga en todas las televisiones?
- Y si esto último está prohibido…¿y si pagan a alguien para hacer un documental diciendo que fue un acto espontaneo de estos espectadores y la marca no puede hacer nada?
- ¿Y pagar a gente que entre en chats de Internet para hablar del fenómeno del amor a Adidas como algo verdadero? (esto ya se ha hecho: se hizo como campaña de promoción de “El proyecto de la Bruja de Blair)…
Como ves, tengo un amigo que trabaja en publicidad…y nos dedicamos a veces a diseñar campañas de publicidad indirecta. El mundo se va a llenar de estas cosas…
un abrazo
¡Caramba, Luis!
Ha sido todo un honor que entraras en mi bitácora. Te oigo a diario en RNE5 en el trabajo. Enhorabuena por tu programa. Me gusta mucho, como puedes comprobar porque tengo enlazada tu bitácora.
La verdad es que la publicidad olímpica es un mundo aparte. Tras Montreal’76 los ciudadanos de esa ciudad estuvieron pagando un canon (un impuesto mejor) hasta el 2000 para recuperar la inversión que la ciudad hizo en los Juegos Olímpicos. De Moscú ‘80 no se puede decir nada; un régimen furiosamente comunista y un boicot de gran parte del mundo… dejémoslo en occidental.
Pero en Los Ángeles’84 se consiguió que los JJOO dieran beneficios. El lema: “menos es más”. Menos patrocinadores, más dinero a aportar cada uno de ellos.
Sabes bien que no puede haber publicidad en los estadios olímpicos. Muchas acciones de las firmas que han quedado fuera del programa olímpico van encaminadas a reforzar su presencia en televisión durante la retransmisión de los eventos.
Por supuesto, quienes adquieren un paquete del plan patrocinador del COI también buscan situarse en la mente del consumidor apareciendo en televisión. De ahí el interés de las televisiones en retransmitir el evento olímpico.
Pero esto de Adidas a mí me huele a vendeta. Tres rayas…, tres rayitas… Desde tu punto de vista, como psicólogo, te tienes que estar frotando las manos. Tres rayas en la mente del consumidor fijan el logo de Adidas. ¿Cierto o falso? Adidas podría alegar que no todos las proporciones de ancho/largo representan la imagen de la marca.
No sé si me explico. Creo que si se supera esta barrera, cualquier cosa, una frase, un color, un gesto, puede ser demandado como algo publicitario.
No quiero enrollarte más. Lo dicho, ha sido todo un honor y siempre serás bienvenido por esta Aguja de Bitácora.
Hola Luis,
Estoy de acuerdo en que la citada reclamación huele a vendeta “que te cagas”.
El símbolo de Adidas toda la vida han sido las tres rayas y toda la vida han tenido el distintivo que han tenido. ¿Acaso se han dado cuenta ahora del detalle?. Me parece absurdo. Seguramente los de la marca alemana hayan hecho (o preparado) alguna “trastada” similar a sus competidores y ahora se la quieren devolver.
Respecto a este tipo de polémicas comerciales yo quiero apuntar una que me llamó particularmente la atención. La escena se produjo en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Concretamente en la entrega de medallas de la competición de baloncesto. Cuando los miembros del equipo americano (conocido popularmente como “Dream Team”) saltó a la pista para subir al podium muchos de sus miembros llevaban la chaqueta del chandal abierta de tal forma que no se viera el logotipo del patrocinador de su delegación olímpica (”Reebok”). Claro, aquellos señores eran un tal Michael Jordan, un tal “Magic” Johnson y un tal Larry Bird, entre otros, cuyos patrocinadores eran Nike o Converse. ¿Aquella “maniobra” salio de los jugadores?. Seguro que no…
Saludos
Dani