May 03 2005
Monopoly futbolero
Escrito por laaguja | Archivado en: Rojodeporte profesional | gestion | los medias
¿ ME PUNTÚA ESTE TEXTO ?
(coloque el cursor sobre las estrellas que desee otorgarle y pinche)
2.5 puntos de media en 2 votos
= deficiente
| = insuficiente
| = bien
| = notable
| = sobresaliente
http://www.elespectador.eu/viejoblog/2005/05/monopoly-futbolero/trackback/
Este artículo se publicó
el 03.05.2005 (Tuesday) a las 02:51:15 y está archivado en
Rojo.
Puedes seguir cualquier comentario a este artículo por el
RSS 2.0 feed.
No hay posibilidad de comentar ni hacer ping a este artículo.
El tema es bastante complicado, amigo Luis. En mi crítica a don Dimitri Pi le iba directo a la yugular en cuanto que, por muy presidente que sea, él no es nadie para imponer unas normas de silencio o de cobro a sus jugadores por las manifestaciones que éstos hagan a la prensa. Pienso que don Pi cercena la libertad de expresión de los jugadores, aunque luego éstos -a la hora de expresarse- apenas salgan del vocabulario que usa un niño de 2º de Primaria. Si yo fuese jugador me negaría en redondo que mi presi o su señora me dijesen cuando, donde, a qué hora y hasta qué cosas tengo que decir a la prensa. Esto considerando que los jugadores no hablan representando a la entidad o institución, si no sólo en nombre propio o particular.
Pero tú vas más lejos: el derecho de Peterman a defender su empresa y la pasta que invierte así como el poder de la opinión pública, que si bien no participa en la propiedad del club sí que es cliente del mismo cada vez que paga la cuota de socio y el elevado precio de una entrada al campo.
Pedrito el inversor tiene todo el derecho a querer cobrar hasta por enseñar la dentadura postiza tanto de él como de todos sus empleados (incluidos los fútbolistas), pero respetando la libertad de expresión de todos ellos. Aquí -por los hábitos y la fuerza de la costumbre- ya hay un problema de difícil solución. Pero también los clientes (afición y la misma prensa, sin la cual el invento del futbolín no sería lo que es) tienen derecho a unas contraprestaciones. Es el otro gran problema casi irresoluble.
Se me ocurre que también el público y los aficionados (o sea, los clientes) podrían decir a don Piter: encima que pagamos, ¿quieres que alentemos y apoyemos al equipo? Nosotros venimos a ver un espectáculo, no somos coristas de nadie, ni siquiera de nuestro amado equipo (que en este momento es de SU propiedad). Y, Luis, ya me dirás qué hacemos con el furbo si desaparece ese romanticismo trasnochado y ese desnortamiento irracional que llevan a los campos muchos aficionados (o clientes, si hablamos desde un punto de vista económico). Quizás, dentro de su simpleza, muchos jugadores tengan algo de razón cuando dicen que “fútbol es fútbol”, o sea, que no es sólo economía, ni un simple juego, ni un vulgar espectáculo. No sé.
Por último (ya ves que estoy lanzado, pero es que tu comentario va directo al meollo) ¿dónde dejamos lo emocional, amigo Peterman? Usted intenta ganar pasta por un tubo, cobrando a todo quisque, y encima pretenderá seguramente que los usuarios de su negocio acudan al campo a desgañitarse vivos para animar a su personal laboral,al que usted controla con mano de hierro. Francamente, señor Dimitri, con esas maneras tan mercantilistas no hay aficionado al que el romanticismo futbolero, el amor a la ciudad o a su equipo, le dure más allá de un cuarto de hora. Máxime si quienes son los encargados de fomentarlo y criarlo opiáciamente son los medios de comunicación, esos que ganan mucha pasta informando gratuitamente sobre su sociedad anónima o personal y a los que ahora quiere cobrarles por ello. También pudiera ser que los periódicos y televisiones dijesen: a partir de hoy usted me paga por informar sobre su empresa y su negocio. Al fin y al cabo son los que aportan la publicidad al espectáculo.
Ya ves que esto es la leche de complicado. En cualquier caso, me fío menos de Dimitri que de un tipo a las puertas de una comisaría iraquí. Quizás el Floren o el Laporta tengan una visión más “equilibrada” de todo este berenjenal. ¿Qué opinas?
PD: Creo que utilizar patrones exclusivamente económicos en el fútbol actual choca frontalmente con la emotividad, forofismo y hasta primitivismo de los aficionados. Este candor tan poco economicista de las aficiones iría poco a poco desapareciendo y con él ese glamour y mística del/de la que tanto presume la gente que juega y dirige el fútbol profesional. Porque, desgraciadamente, para la inmensa mayoría, el fútbol es algo más que un espectáculo (visión que en los USA es poco comprendida). El fútbol es hoy día -en muchas sociedades- el nuevo opio del pueblo. Es todo un tratado sociológico. Por eso me interesa tanto, aunque despotrique muy a menudo de él. Y seguirá siéndolo hasta que deje de serlo… ¿Es posible que el Piterman y otros de su misma mentalidad estén jugando con fuego? He ahí la madre del corderito.
Amigo Juan,
ya comentamos una vez (la primera vez que nos posteamos) la visión de la NFL del deporte profesional; creo que hacia ahí se camina. Si no, ya me dirás que quieren hacer estos del G14 (ya no recuerdo el número, pero me refiero a ese grupo de equipos fuertes de Europa).
Quizá iríamos hacia un deporte más aséptico, sin tantas aberraciones comos las que comentas semanalmente en tu magnífico Por el Arco del Triunfo.
Quizá el público demandaría espectáculo, como el que va a los toros o al teatro. No solamente a ver ganar, como no se pide solamente que el actor se sepa la obra de teatro. No; tiene que haber un valor añadido, algo que te entusiasme.
También creo que el deporte profesional se tiene que sustentar a sí mismo, sin apoyo de nuestro bolsillos a través de las Administraiciones públicas (esos ayuntamientos que han puesto mucho dinero para el equipo de 1ª o 2ª división).
Sobre la libertad de expresión de los jugadores… Decirte que hasta ahora ellos no han dicho nada. Es mejor así. Si no hablas no metes la pata. Y quizá sea que el cociente intelectual medio del los 1.000 futbolistos que habrá entre la División de Oro y la de Plata no dé para saber de esas cosas de libertades de expresión.
A fin de cuentas, les pagan para meter la bola y no para meter la pata…
Parece que el tal Dimitri Piterman nos inspira bitacorilmente. Te invito a leer (aunque seguro que sabrás bastante del tema) algunas de las cosas que pasaron cerca del Racing de Santander cuando el amigo estuvo por Cantabria. Es una aportación a una pregunta de otro lector de la bitácora.
Coincido plenamente contigo en todo lo que señalas sobre como debería ser el futbol auténticamente profesional: un buen espectáculo, privado y autónomo. Discrepo cordialmente en lo de la libertad de expresión de los jugadores (aunque ni la demanden ni la usen convenientemente), pero ese es un debate que requeriría muchos intercambios de pareceres para -estoy seguro- llegar al final a descubrir que nuestros puntos de vista son más cercanos que distantes.
Lo que es evidente es que no veo al camarada Dimitri presidiendo un equipo de la NFL. Más que nada porque aquello pronto pasaría a ser más esperpéntico que el camarote de los hermanos Marx. Aunque para el mundo del espectáculo (mayormente el circo) y el colorín, no veas lo bien que les vendría a los “aburridos” americanos de los EEUU.
Bueno, Juan, no te creas que todo lo que acontece en el deporte de ultramar es perfecto…, ni mucho menos.
Mi amigo Dacasán te podría dar mil ejemplos de la trastienda de la NFL. Pero déjame que te ponga uno tan sólo.
El propietario de los Washington Redskins (en la mismísima capital de los USA) es un déspota al que los entrenadores le duran, a lo sumo, dos temporadas.
El tipo pretende hacer él las alineaciones y compra jugadores según su gusto, sin tener en cuenta las necesidades del equipo o los criterios del entrenador.
Así le va. Pero el tío sigue ganando dinero gracias al sistema NFL que ya has leído alguna vez en este enlace de la web de mi amigo Diego Pérez (un saludo, Diego, si me lees). Seguro que Dacasán podrá aportar el nombre de este otro “piterman” pero en gigante. Y no pasa nada; los “washingtonianos” acuden a ver el espectáculo NFL.
Verás cómo lo consiguen aquí también esos del G14 (o cuantos sean). Lo primero que van a hacer es mandar a paseo a los de la Boarding esa a la que les dedicaste un artículo en febrero. Y harán ellos mismos su reglamento en busca del espectáculo. ¿Qué fue de aquella línea casi en la frontal del área hasta la cual no había fuera de juego? Creo recordar que los millonarios estos corrían como desalmados en unos partidos de ensayo que se hicieron. Veremos también cómo se modifican las reglas de los cambios, los árbitros serán profesionales…
Harán lo que les dé la gana porque la competición será suya. Y por ese motivo harán lo que suponga un mayor beneficio.
Me ha gustado tu forma de expresarte en la discrepancia; a partir de ahora la haré mía. Cordialmente también te digo que seguro que estamos de acuerdo en muchos puntos, y aunque discrepemos… para eso son los blogs. Una pena que no haya mucha más gente haciendo este tipo de artículos a los que nosotros les dedicamos tiempo, esfuerzo y, seguro, dinero.