Oct 18 2005
El béisbol y el olimpismo
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el 18.10.2005 (Tuesday) a las 01:53:32 y está archivado en Rojo.
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(Jean Dolent)
«Las radios rechazan de forma unánime 
Los chicos del COI siempre se la han cogido con papel de fumar, pero eso de ampararse detrás de una votación para no decir las razones de la exclusión del beisbol es de gente que merece salir por la ventana. Claro que a ver quien es el guapo que les da la patada y les deja en la calle, si la mayoría son pluriempleados y tienen en el COI una bicoca más.
Claro que lo mismo, en alguna cena de esas a las que tan acostumbrados están, tras un buen riego de vino, champán y guisqui, lo mismo a alguno se le va la lengua y nos ilustra sobre las razones del boicot. Pobres deportistas (hablo de los nadadores, atletas, gimnastas y gente de mal vivir -los que viven bien no van a las olimpiadas, claro) en qué mafiosillas manos están. Yo es que de mayor quiero ser del COI. Aunque sea de bedel.
Muy fino tu artículo. Como siempre vas un poco más allá de lo que son capaces de ir esos periodistas que están en nómina. Yo también leí la crónica en la que casi certificaban que el asunto del dopaje había sido determinante.
Creo que puedes haber dado en la diana. Sabemos las presiones que existen por debajo de la mesa en las reuniones del COI. Presiones políticas, por supuesto. Sin ir más lejos, en la votación para designar la sede para el 2012, cuando la candidatura de Nueva York se cayó, ningún voto vino a parar a la candidatura española.
Ya te lo he leído en más de una ocasión. Cuando la política llega al deporte se acabó lo que tiene de bueno el tan cacareado movimiento deportivo. ¿Quién sería el visionario que hizo la bandera del COI de color blanco? ¿Pureza? ¿Qué pasaría si el barón levantara la cabeza y viera que su invento para la unión de los pueblos es un negocio redondo y una de las mayores multinacionales que existen? (La otra gran multinacional es el Vaticano; después de estas dos, me río yo de los beneficios anuales de las que encabezan el ranking en las revistas de economía).