(coloque el cursor sobre las estrellas que desee otorgarle y pinche)
Versión imprimible |
Deje su opinión |
Compartir |
Leer comentarios |
Anterior : « La ley del embudo |
Posterior : Mejor un mal acuerdo que un buen pleito » |
En efecto, las mascotas suelen ser infantiloides y horribles. Además de inútiles, porque vamos a ver: ¿para qué demonios sirve una mascota? Todavía el logotipo visualiza con rapidez el evento deportivo, se pone en los comunicados de prensa y en las esquinas de los periódicos. Las mascotas sólo mueven a la conmiseración o al pasotismo. Yo me muevo en el primer ámbito, pero no sé si es peor el segundo. Porque no hay nada más lastimoso que inventarse algo para llamar la atención y que luego pase completamente desapercibido.
Pues el tema de las mascotas es una muestra más de lo que es una sociedad de consumo y hasta dónde somos manipulados. En principio una mascota es algo innecesario, y así surgieron. Pero está claro que alguien va a comprar mascotas, aunque sea como regalo para un tercero. Es un accesorio superfluo e inútil pero que deja dividendos. Este artículo está traído aquí muy por los pelos. Tan sólo pretendía dar esa imagen de consumidores manipulables que somos los humanos. La psicología social al servicio de la estrategia comercial.