Dec 30 2005
Homo Plus
Escrito por laaguja | Archivado en: Azuldopaje | investigacion
¿ ME PUNTÚA ESTE TEXTO ?
(coloque el cursor sobre las estrellas que desee otorgarle y pinche)
4 puntos de media en 1 votos
= deficiente
| = insuficiente
| = bien
| = notable
| = sobresaliente
http://www.elespectador.eu/viejoblog/2005/12/homo-plus/trackback/
Este artículo se publicó
el 30.12.2005 (Friday) a las 13:09:38 y está archivado en
Azul.
Puedes seguir cualquier comentario a este artículo por el
RSS 2.0 feed.
No hay posibilidad de comentar ni hacer ping a este artículo.
Creo que el COI lleva mucho tiempo volando libre sin que nadie les diga lo que está bien o está mal, y son ellos los que fijan límites. Parece que van por delante de los gobiernos, diciéndoles a éstos qué deben hacer. El COI es el que manda, pero no representan al pueblo. Es una multinacional más que se representa a sí misma.
Como muy bien dices, en España somos quijotes y nos abonamos a la primera idea que cualquier organismo internacional propone. Ya hemos hecho el ridículo con lo de la votación a la constitución europea. Sí, fuimos los primeros. Votamos que sí. Y ahora parece que va a ser que no.
Ahora estamos a la cabeza de la lucha contra el dopaje. Y qué… Veremos si no se tuercen las tornas y volvemos a hacer el tonto internacional, como dejas entrever con este artículo.
Feliz idea esa del COI como asilo de la nobleza, antes dedicada a la caza y pesca y ahora enrollada y asilada en este chiringuito que pagamos tan opacamente. Lo del dopaje genético es imparable como lo es el tejemaneje que los científicos están haciendo en los laboratorios con el vestido humano. Lo que temen los del COI es que el dopaje genético se haga realidad y se les acabe el chollo del actual dopaje, que tanta pasta y tan buena conciencia produce. El dopaje genético será muy difícil de aclarar y entonces quizás llegue el momento de olvidarse del dopaje. Estamos convirtiendo al deporte superprofesionalizado en un tinglado monstruoso que es de todo menos “deporte”. Ya sólo falta que los deportistas sean auténticos monstruos… de laboratorio para redondear la faena.
Necesitaríamos a un Aldoux Husley y su “Un mundo feliz” pero en versión deportiva para explicarnos en que terminará ese concepto nuevo de dopaje genético. Cuando todos seamos iguales (¡JA!, sean; ¡qué iluso pensando que lo veré o que me tocará!) no habrá récords asombrosos.
Que hoy voy a trabajar corriendo, pues me pongo la piernas biónicas de superaceleración y llego antes de salir. La plusmarca mundial será seguir vivo.
Temible ese futuro mezcla de biónico y genético.