Dec 08 2005
Sacar los pies del tiesto (2/2)
Escrito por laaguja | Archivado en: Rojodeporte profesional | titulaciones | los medias
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el 08.12.2005 (Thursday) a las 17:39:07 y está archivado en
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El dueño del Alavés será el tal Piterman, del que no me gusta ni su aliento, pero aquí hay trampa tramposa. Estamos hablando del ALAVÉS, o sea, la hipótesis de que el equipo representa a una ciudad y tal. Este es el meollo de la cuestión. Dueños privados de sociedades deportivas que se dicen representativas de pueblos y ciudades y que, a menudo, cohabitan con la propiedad pública. Por ejemplo: ¿el campo del Alavés también es del señorito Piterman?
Luis, si como afirmas, “el equipo es suyo”, lo más conveniente sería que Piterman se vaya a una notaría y cambie (es sólo el principio) el nombre del equipo.
@ Juan Puñetas
Suyo, suyo, lo que se dice suyo…
Con la ley de SAD (mejor dicho, con el Real Decreto) en la mano, Piterman sólo será el accionista mayoritario. No ocurre como en Inglaterra, que el tal Malcom se ha hecho con el control total del equipo.
Ahora bien, no es que un equipo de fútbol represente a una ciudad. Creo que más bien es la ciudad la que se siente representada por el equipo. Pero esa correspondencia no es bidireccional. Quiero decir, que los ciudadanos se sienten representados por el equipo, pero el equipo no siente que representa a la ciudad hasta el extremo de que sus accionistas estén dispuestos a perder pasta por esa altruista representación.
Salvo casos muy muy contados, de ciudades pequeñas y tal vez el Athletic de Bilbao, y algún otro de los que cuidan la cantera, no creo que los jugadores de un mega-equipo se sientan representativos de la ciudad en la que juegan.
Pero esto no es más que una impresión personal sin datos para contrastar; creo que todo ello caería dentro del campo de análisis de la psicología social. Tal vez aquí haya un buen elemento de estudio para una tesis doctoral de esa ciencia que se está abriendo camino entre las ciencias.
Desconozco si la mayoría accionarial le permitiría a Piterman cambiar el nombre del equipo; supongo que sí, que el nombre del equipo lo puede cambiar (por ejemplo, y conociendo su ego, lo podría llamar los Pitermanboys), pero que para cambiar el nombre de la sociedad anónima debería contar con una mayoría cualificada. Hay que diferenciar ambos conceptos. De todas formas, creo que le has dado al mister Piterman éste un motivo más para retocar su labor en Vitoria. Si lo cambia de aquí a la próxima temporada, tendremos que entender que ha leído tu comentario, ja ja.