Jan 31 2006
Lo he visto con mis propios ojos
Escrito por laaguja | Archivado en: Marrontecnologia | patrocinios y publicidad
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el 31.01.2006 (Tuesday) a las 23:58:14 y está archivado en
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No se pueden poner puertas al campo y en la actualidad la publicidad y la propaganda son un inmenso campo que amenaza con devorarnos hasta la última neurona. Y si es necesario recurrir a las artimañas, al engaño, a lo subliminal, pues se recurre porque lo primero es lo primero.
Publicidad y propaganda lo es todo. No sólo se utiliza para vender, sino para engañar, para hacer el tonto, para cualquier cosa. Pero detrás de tanto anuncio y valla y corte publicitario no hay más que naderías. Por poner un ejemplo: ¿se puede seriamente comprar un coche con los datos técnicos y de consumo que aportan los anuncios de la mayoría de las empresas automovilísticas? ¿O es que la gente se compra los coches sólo por el estúpido anuncio que ponen a todas horas en las teles y que podría aplicarse a cualquier modelo de vehículo?
A lo mejor el defecto es mío porque a la hora de comprar soy muy exigente: sólo lo hago si cubre una necesidad y miro y remiro las etiquetas y los datos técnicos para saber qué compro, procurando que no me engañen. Y si tengo poca información sobre el producto o no me la dan, ya le pueden ir dando. Reconozco que en este tema soy bastante rarito, por eso no figuro en la guía telefónica (para que no me llamen para venderme cosas) y sí en la lista Robinson para evitar que inunden mi buzón de miles de folletos de propaganda enviados por correo. Prefiero estar publicitariamente incomunicado a ser presa fácil de esta publicidad moderna únicamente preocupada de no informarte de nada útil sobre el contenido de lo que vende. ¡A la porra con ella!
Pues, Juan, puedo decirte que yo tampoco salgo en la guía telefónica. ¿Será una casualidad? Ahora, no tengo ni idea qué es eso de la lista Robinson; supongo que será una quedada tuya. Porque el hecho de estar en una lista ya supone un peligro. Pero me voy a poner a investigar, por si acaso.
La publicidad nos absorbe, nos inunda, nos aturde y nos convence. Cuántas veces entras en el supermercado y sales con algo que no tenías pensado comprar.
Y las técnicas subliminales, de compra directa, de compra por impulso, o lo que te dé la gana llamarlas, funcionan. Un dato; en el supermercado al que voy (no sé lo que ocurre en los que no entro) las fritangas esas para niños (gusanitos, ganchitos y pijaditos así) están en el estante de abajo del todo, de camino a la sección de panadería. Según voy a por un artículo de primera necesidad, como vaya con uno de los peques, ya me ha cogido la bolsita de marras. Joder, que las pongan en los estantes de más arriba. Pues no, en un lugar accesible a los niños.
Y si hay cola, cosa que siempre ocurre, el niño ve los regalices u otro dulce. Y si no le has comprado la fritanga, te coge un paquete de golosinas. Y una de dos, o compras o sacas al niño llorando del supermercado.
¿Quién comete esa crueldad infantil? ¿Ellos o yo? Y esto que cuento es sólo uno de los trucos de la Psicología Social, Técnicas de Mercadotecnia, o como quieras llamarlo. Un abuso, vamos
Es un debate interesante que aporta al conocimiento de las ciencias de la comunicación la influencia de la propaganda y la publicidad en cuanto al control social y sus diversos usos ya científicamente probados dan una idea del poder de las técnicas de la información y la comunicación.
Es un debate interesante que aporta al conocimiento de las ciencias de la comunicación la influencia de la propaganda y la publicidad en cuanto al control social y sus diversos usos ya científicamente probados dan una idea del poder de las técnicas de la información y la comunicación.
Las personas son constantementes bombardeadas con mensajes que influyen en su comportamiento y las impulsan a adoptar necesidades sutilmente creadas para elevar su capacidad consumista.
@ Plataforma
Hay una frase que lo define: “el mundo funciona así: primero nos creamos una necesidad, y después tenemos que satisfacerla”.
Contra eso, el lema de un amigo: “no veo, no anhelo”. ;-)