Jan 13 2006
Un balón de reglamento
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el 13.01.2006 (Friday) a las 17:55:01 y está archivado en Verde.
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(Jean Dolent)
«Las radios rechazan de forma unánime 
Es curioso, pasa el tiempo, ya el pequeño con cuatro años…y yo sigo siendo el mismo bandarra, je je je. O por lo menos quiero creerlo, con menos pelo y más peso pero el mismo sinverguenza…como aquellos balones de reglamento, que cuando lo inflabas mucho y chutabas a quien pillabas por medio le fastidiabas de lo lindo.
JE
Y lo comercial que se ha vuelto la vida ahora. Publicidad , mejor dicho,esclavitud de la marca. Ahora los chavales si pasan más de diez minutos con el mismo juego se aburren, pero nosotros estábamos todas las tardes, quizas no había otra cosa, quizás era otra mentalidad, quizás eran otros tiempos.
Quizá éramos niños y todo nos parecía bien.
Felices aquellos niños que podían jugar en medio de la calle con un balón de reglamento. La mayoría de los niños de ahora, apresados entre la tele, las videoconsolas y los 90 metros cuadrados del piso, sólo pueden jugar en recinto cerrado y con un balón oficial. Los tiempos cambian que es una barbaridad, no se sabe si a mejor, a peor o a ambas cosas, según qué cosas.
Y aquella canción de Sergio y Estíbaliz: “y por Reyes, un balón de plástico al chaval…”
¡Ah, no!, que es de plástico y no de reglamento.
El otro día me encontré jugando al voley en medio de la calle con 3 amigos y usando una pelota de fútbol para tal fin… realmente me alegró la tarde, es genial poder hacer cada tanto esas cosas aún y no verse devorados por la vida moderna… :)
@ Nacho
Sí, yo también creo que estamos excesivamente mercantilizados. Somos manipulados y no somos conscientes de ello. Recuerdo una vez que no tenía pelota y mi madre me hizo una, ¡pobre mujer!, con periódicos viejos y unas cuerdas. No duró mucho, pero me divertía viendo cómo se iba desintegrando.
Hoy en día los chicos no saben divertirse si no tienen la última equipación del mercado.
Bueno, ya me contarás como os quedaron esas marcas en los antebrazos después de jugar al volei con un balón casi un kilo más pesado (creo…).