Feb 03 2006
Pérdida de valores culturales
Escrito por laaguja | Archivado en: Magentaexperiencias y anecdotas | deporte profesional
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el 03.02.2006 (Friday) a las 21:30:03 y está archivado en
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Cojonudo tu artículo y para nada coñazo.
¿Cómo se te ocurre no ser del Madrid o del Barcelona? ¡Pero tú quieres ser un don nadie! El ruso no entendía lo tuyo, pero es que la mayor parte de los españoles tampoco.
Bromas aparte, fíjate que yo creo que la gente más bien es de un equipo para ser enemigo del otro. Por lo que vengo viendo desde hace mucho tiempo, las dos aficiones que menos apoyan a su equipo y que más críticas hacen al mismo cuando las cosas van mal dadas, son las del Madrid y el Barça o el Barça y el Madrid, que tanto monta. En cambio, son inasequibles al desaliento en el desprecio -cuando no odio- hacia el clásico rival. Se alegrarán de que su equipo gane la Liga o la Champion, pero más de que el otro no la gane. Es un sentimiento cainita que estoy dispuesto a criticar hasta en la hoguera de la santa inquisición futbolística.
Pero, además, es una soberana estupidez (no sólo se da en España, lo que demuestra que en cuestión de descerebramiento el humanoide es el mismo en la China que en la Cochinchina) que un señor del Bierzo o de la Serranía de Ronda pierda el culo por el Real Madrid o el Barcelona. Estos amores tan extraños sólo obedecen a la debilidad humana de apuntarse siempre al carro de los vencedores para tener algo de lo que presumir.
Otra cosa es que a uno le guste ver un buen partido de fútbol de vez en cuando y que estos dos grandes equipos (grandes por ricachones) sean capaces de ofrecerlo gracias a sus estrellitas y estrellaos.
Creo que los medios tienen mucho que ver. Todo abren con Barça o Madrid, aunque sea un entreno, o la salida de los jugadores en sus coches de la zona deportiva, da igual , lo que sea. No hace tanto la información deportiva ni era tan exagerada ni tan de pandereta. De la prensa deportiva mejor ni hablar, cuatro periódicos ¡cuatro! hablando de lo mismo. Ayer sin ir más lejor El Mundo Deportivo ponía en portada declaraciones del arzobispo de Barcelona sobre la expulsión de Ronaldinho.
Además, España ya hace mucho que es país de dicotomías, y sí, creo que muchas veces es más por el mero enfrentamiento que por tener una postura propia.
Muy buen artículo.
@ Juan Puñetas
Has apuntado tres razones muy interesantes:
a) si no estás en la onda Barça-Madrid eres un don nadie
b) el 90% de los que están en esa onda disfrutan más con ese sentimiento cainita que con el éxito de sus filas
c) el 90% de los que están en esa onda (no tiene necesariamente que ser el mismo 90%) lo están por sentirse partícipes de un triunfo, y alegra así de alguna manera sus mediocres vidas.
Supongo que cualquier chaval que quiera hacer una tesis doctoral de Psicología tiene aquí un campo abonado para explorar la mente humana, tanto individual como colectiva.
@ mightymagyar
Es cierto que los medios de comunicación canalizan y mediatizan esa mente humana individual y colectiva. Semos así de vulnerables; qué le vamos a hacer. Y lo que dices enlaza perfectamente con el último artículo de esta Aguja de Bitácora y con el de Por el Arco del Triunfo que desde alli se enlaza.
En realidad nuestra mente es un blanco fácil para la publicidad. Si será cierto, que existen tratados de cómo utilizar la publicidad y la propaganda en momentos de guerra (guerra abierta, guerra preventiva, guerra fría…).
Ya he dicho en alguna ocasión que la prensa deportiva en este país es una prensa rosa deportiva. Las mismas chorradas que en la prensa del corazón y de los famosos.
¡Jo!, lo del arzobispo de Barcelona tiene tela. Mira que opinar de eso. Pues no sé lo que habrá dicho, pero si, por ejemplo, hubiera dicho que el árbitro hubiera tenido una actuación premeditada, lo estaría mandando al mismísimo infierno, puesto que eso sería pecado, jajaja.
La fidelidad hacia un equipo que se mantiene en el nivel de competencia más elevado aunque no haya conquistado un campeonato interpreto que se debe a ese enlace de empatía con el equipo deportivo que uno asume como suyo, sea porque es coterráneo o porque posea una mística que uno comparta.
Como comentas también en tu reflexión a veces las conversaciones giran en torno a temas intrascendentes que obvian esos aspectos culturales de los que generaciones anteriores hacían gala.
Pues tienes toda la razón. Pero el equipo del que soy seguidor sí ha tenido éxitos. Ocurre que los ha tenido en el pasado, cuando el grande no era tan grande y el pequeño no era tan pequeño, que es a lo que nos ha llevado este sistema de competición.
El actual sistema lleva a que sólo dos equipos monopolicen la clasificación, con la aparición de algún tercero esporádicamente, en alguna temporada puntual. En una competición así, los demás equipos son comparsas, y ello carece de emoción. Las ligas profesionales americanas lo tienen claro. Y existen reglas que impiden que todos los “cromos” estén en un mismo equipo.
Pero aquí la gente se ha adaptado, y personas que no tienen nada que ver con uno de esos equipos acaban defendiendo a capa y espada, con insultos y agresiones si es preciso, a estos dos equipos en los que juegan personas que no tienen ninguna afinidad con estos equipos; simplemente son personas asalariadas con un jornal extremadamente alto.
En este ir y venir de sentimientos es donde se han perdido los valores que hemos apuntado todos.