Mar 10 2006
La domesticación
Escrito por laaguja | Archivado en: TurquesaAdministraciones publicas | sociedad
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el 10.03.2006 (Friday) a las 00:05:45 y está archivado en
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Esto que dices es como el chantaje. Si no haces lo que te pido te quito lo que tienes. No deja de ser una manera de extorsión.
@ el clavo
El chantaje y el secuestro son formas de extorsión. Igual que el mal llamado “impuesto revolucionario”. Para mí, esto de la domesticación es otra forma de extorsión. En el chantaje alguien tiene pruebas de un error del chantajeado, y utiliza esos datos en beneficio propio. En la domesticación, el domesticando no ha cometido más error que el de caer en una red de gente que no tiene remilgos en presionar y acosar; incluso laboralmente.
Tengo amigos a los que no les hace puñetera falta una ayudita para libros o una subvención para comprarse un ordenata, pero los tíos por tal de agarrar dos reales rellenan los papeles, hacen las fotocopias y se ponen en manos de los dadivosos benefactores políticos. El Puñetas piensa, por el contrario: no quiero un duro suyo, lo que tienen que hacer es bajar o redistribuir mejor los impuestos, mejorar infraestructuras que afectan a todos, acabar con tantas subvenciones a fondo perdido que sólo buscan el sometimiento bobalicón: “la servidumbre voluntaria”, que decía el clásico. Y así estamos, con media sociedad subvencionada y controlada por cuatro míseras monedas. De esto por Andalucía, a dos carrillos que dijo otro clásico.
La domesticación que corre a cargo fundamentalmente por el poder político es la peor de todas y da igual que el sistema sea dictatorial o democrático: te tiene atrapado por las agallas. Es lo que técnicamente se llama tambien “apesebramiento”. Como ves, todo tiene que ver con una terminología animal. Y es que si algo diferencia a éste del humanoide es que el primero no tiene inteligencia. El humanoide apesebrado (a menudo no es necesario ni una paupérrima subvención, ni regalo, ni ná de ná, pues hay entrega plenamente “gratuita”) y domesticado aparca el coeficiente intelectual a la puerta del domesticador. Al final ni lo echará de menos. Es más, le estorbará o disgustará el utilizarlo. Será ese perrillo faldero al que le horrizará la libertad propia (y la ajena) simplemente porque tiene asegurado un tropezón de pan y un rinconcillo donde vegetar.
En el deporte pasa como en el resto de sectores: Más vale pájaro en mano que ciento volando. Aunque el pájaro esté muerto o lo hayan matado. El caso es comérselo sin tener que echarse al monte a ver si hoy cae algo a la cazuela si tengo suerte, ando despierto, soy listo y tengo paciencia. El amo, el domesticador, el que maneja el pesebre no quiere en mí ninguna de estas incómodas cualidades y actitudes no vaya a ser que alguna vez se les vuelvan en su contra. No sé si me explico…
@ Juan Puñetas
Perfectamente, amigo Juan, te explicas perfectamente.
Yo diría que en este pueblo nuestro ya no hay caciques. Hay algo peor: gente acacicada, gente que se deja caciquear. Bien por comodidad o bien por costumbre, pero es más cómodo que me digan a qué hora me tengo que echar y a qué hora me he de levantar. El pensar uno por sí mismo es un trabajo que no lleva a ningún lado. El acacicado, el domesticado, si le dicen: “¡salta!”, sólo preguntará: “¿hacia dónde?”.
La estupidez y el acacicamiento, al igual que las patatas, lo da la tierra.
El españolito de principios del siglo XXI se pone la “telele”, se abre el “perioloco” y se traga lo que le dicen que se tiene que tragar. Pensar, lo que se dice pensar… es mejor que le condenen a galeras; ahí ya no tiene que pensar por sí mismo.
Ya he donado mis 1,40 euros. Buena idea eso de insertar el mensaje como si esto fuera la tele. A ver si la gente se solidariza un poco más.
Sobre el artículo, qué quieres que te diga. La gente se deja manipular. Puede ser por miedo y por falta de confianza en sus propias capacidades y recursos.
A veces es por necesidad (ya sé que lo dices en el artículo). Imagínate un padre de familia con 3 hijos. Presionado todos los días en su puesto de trabajo. Cuando oímos que un tipo ha disparado en un centro comercial no entendemos la noticia.
Pues si el mensaje altruista resulta efectivo habrá que dejarlo una semana más por lo menos.
Es cierto que a veces a alguien no le quede más remedio que acceder y plegarse a las voluntades ajenas. Pero te puedo asegurar que quien lo padece no vive contento.
El peligro es que una vez que te han hecho plegar, estos domesticadores se aprestan a sacar todo el jugo que pueden en beneficio propio. La clave está en saber salirse a tiempo de ese entorno. Y como bien dices, no es fácil si se tienen responsabilidades familiares.
Una vez un amigo me dijo: “no estoy contento de lo que soy, pero sí de lo que pude haber sido y no soy”. Por ahí van los tiros…