May 23 2006
Mamá listilla
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el 23.05.2006 (Tuesday) a las 03:00:30 y está archivado en Amarillo.
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(Jean Dolent)
«Las radios rechazan de forma unánime 
No sé para qué pierdes el tiempo explicándole a alguien que no quiere ver más allá de sus narices. Acabas dando clases gratis que no te agradecen, que nunca reconocerán haber recibido de ti, y que no valoran convenientemente.
A este tipo de gente hay que dejarles en su ignorancia. Si son felices así.
Leyendo tu comentario ve viene a la mente lo que escribía Machado en su “Juan de Mairena” ya citado por mí en otra ocasión. Refiere que ante la pregunta lanzada aviesamente por algún padre sobre si le bastaba ver a un niño para suspenderlo, Mairena contestaba:
-¡Me basta ver a su padre!
Hoy hubiera escrito “a su madre o madre”. El caso es que los padres somos bastante responsables del comportamiento y modo de ser nuestros hijos (junto al lavado social que hacen los mass media) y es una pena que haya chaveas que a los cinco o diez años tengan un horario más apretado y competitivo que el manager general de una multinacional, entre tantas clases, actividades extraescolares, academias, juegos y competiciones varias. Al final se les acaba la niñez y no la han vivido. No sé si será un síntoma, pero verás que los niños de hoy en día no visten como niños (al menos así ocurría en nuestros tiempos) si no que lo hacen como si fueran hombres pequeños o mujeres diminutas.
Hay que reconocer que lo que se pierde en niñez se gana en adolescencia y juventud, que suele prolongarse hoy día hasta los 30 años (con suerte). Con lo cual estamos haciendo un pan como unas tortas. Muy rico y vistoso por fuera pero en cuanto le hincas el diente no veas el dolor de muelas que te produce.
@ Juan Puñetas
Jaja, eso de los treinta años es bien cierto.
En cuanto a la falta de niñez, coincido también plenamente contigo. En lo que no había reparado es en la forma de vestir de los niños. Yo llevé pantalones cortos hasta bien cumplidos los siete tacos. Entre otras cosas porque no había pantalones largos para esas edades. Hoy en día ya hay pantalones vaqueros largos para los niños de dos años.
En lo que sí había reparado es en que algunos carrozas vestimos muy ufanos bermudas en cuanto llega el veranito. No sé qué decirte; ¿reminiscencias del pasado?
Lo que también es cierto es que en este mundo un tonto que le da a la llave de la luz, y si enciende ya se cree electricista. Eso les ha pasado a los padres de mi ejemplo (ni que decir tiene que son varias historias diferentes en una).
@ el clavo
Sabes bien que sigo adoctrinando gratis (como con esta bitácora, jaja). Tal vez mi esperanza esté en que alguien, alguna vez, después de tanto repetirlo, empiece a pensar que existe otro mundo diferente al que le han creado otros.
Mientras tanto, tendré que pensar que tienes razón. Son felices en su supina ignorancia.
Yo pienso que no tienen auto-crítica ni hacen una auto-reflexión. ¿Por qué no se paran a pensar el por qué hacen las cosas?
Vuelves a tener razón: porque son felices no planteándoselo. Y porque plantearse cambiar e ir contra corriente debe ser muy cansado…