Amigos y amistades

Habrá que darle la enhorabuena. Sin reducir un gramo de su proverbial panza ha conseguido lo que no conseguirán cientos de esforzados y sufridos deportistas asturianos que se dejan litros de sangre, sudor y lágrimas.

Si tan bien lo ha hecho deberían haberle dado la Medalla al Mérito en el Trabajo. Pero al mérito deportivo… ¡se han pasado de amiguismo!

Así se hacen las críticas, con argumentos por delante :)

(a ver si algunos “mass media” se pasan por aquí y aprenden ;) )

@ contrapunto
Es otra lectura interesante. Premian a alguien con una medalla destinada a otros. ¿Cómo era aquello…? ¿Todo por el deporte y para el deporte pero sin el deportista?

@ el clavo
Pues tienes razón; quizá la medalla al trabajo por su esfuerzo sería lo más lógico. En la relación de premiados aparecen varios ex-Directores Generales. Incluso “gente de la casa”, quiero decir, ex-gerentes del propio CDS. Café para todos, que se decía antes.

Pero claro, claro. Han de seguir premiando a deportistas para que no se note. Y premian a Alonso y a Nadal, y a otro montón más de deportistas que seguro que todos lo merecen.

Pero lo que no encuentro lógico —ni ético— es premiar a dirigentes, que han estado cobrando del Erario público, simplemente por hacer lo que tenían que hacer. ¿Cuál es el mérito?

@ M@x
Muchas gracias por el elogio.

Me temo que esos “mass media” cada día dependen más de la Administración. ¿Os habéis dado cuenta del aumento de la publicidad institucional en los medias?

Es una forma de comprar las voluntades de los empresarios de los mass media a la vez que se consigue autobombo. Esto es el siglo XXI.

Qué poca vergüenza y qué trileros. El señor premiado se embolsa al añito unos diez millones de las antiguas pesetas, con primitas y nuerecitas y probablemente me quede corto, conociendo como está el patio. Y eso que sólo tiene bajo su jurisdicción a una comunidad autónoma uniprovincial. No te digo lo que cobrará el tipo que figura (de figurón) al frente de la andaluza, con 8 provincias o el de Castilla y León. Pero qué robo más descarado a nuestros bolsillos el meterle ese dineral a tropecientos mil tíos (porque el director general no es sino la punta del iceberg del dirigismo deportivo) para tener férreamente controlado el deporte casi como exclusiva misión del carguete. Por la cuarta parte del sueldo de ese tipo hay cien mil españolitos que harían lo mismo y seguro que mejor. Eso sí, no serán del partido, entenderán de deporte y hasta es probable que lo practiquen. Un horror.

He dicho trileros, sí. Porque cuando miro la corrientucha nómina y veo que uno de cada cuatro euros se lo lleva calentita la Administración para el habitual abuso y disfrute de gente como la que citas. Y cuando veo que por cualquier cosa que compro me clavan normalmente el 16 % de IVA que también va dedicado a aumentar la abultada nómina de estos parásitos, es que me digo, Puñetas, gilipollas, tenías que haberte metido en un partido cuando allá por el principio de los años 80 la cosa estaba rilada… Ahora eres un pobre desgraciao mientras que decenas y decenas de capullos que no valían ni para plantar alfalfa (bien que los conozco de entonces, bien) ahora nadan en la abundancia y disponen de la vida y hacienda del resto de los mortales. Tras los dos segundos de enfado, luego me felicito por seguir siendo un gililipollas, pero libre, sin jefes políticos a los que lamer el trasero y con la suficiente dignidad y decencia para -si me los encuentro en algún sitio- poder mirarles a los ojos y mandarlos a la m…

Bueno, ya me he desfogao… Perdona, pero que estos cagamandurrias se estén forrando a costa de lo que sea (aquí, del deporte) y con el sudor de nuestra frente, simplemente porque son amigos del amigo del amigacho del jefecillo del jefe del jefazo del partido, es lo unico que todavía me encocora y me pone como a Alonso, o sea, a doscientos por hora. Luego está, encima, el recochineo. Yo te premio a ti, tu me premias a mí, a ti te mando a galeras, a aquel no le subvenciono porque no me cae simpático, ahora me pongo en la foto, ahora me escondo… En los escasos éxitos siempre los verás sacando barriga. En los habituales fracasos suelen esconderse en las alcantarillas. Sé que estoy exagerando y que algunos hay que lo hacen bien. Con lo que cobran y al precio que han tenido que pagar para que los pongan donde están, francamente no es para tirar cohetes. Ya que se llevan la pasta y a nosotros nos dejan las lentejas, qué menos que nos quede la palabra para ponerlos a caldo. No por envidia (que pobres hombres, no son nadie, vulgares marionetas) sino por simple pero necesaria salud democrática. Tú me puteas, yo te pongo de chupa de dómine… Qué menos para empezar…

¡Ya lo dijo Liza Minelli! “Dinero, dinero, dinero… es lo que hace girar al mundo”; agrego que lo que hace detenerno también lo es.

@ Juan Puñetas
Es que tienes toda la razón. Pero quiero creer que no es que los políticos sean así o asá. Es que ha habido mucho mediocre que se ha subido al tren de la política. Y claro, muchos mediocres juntos acaban con un gremio.

Al final, por repetición, ciertas formas de hacer se acaban perpetuando. Y se continúa sin que en la actualidad se sepa bien por qué se hacen, ni nadie se pare a reflexionar en ello. Simplemente se hacen cosas porque se han hecho siempre…

Pues yo opino que no se le puede dar un premio público a quien está cobrando un dinero público bien abundante.

Si un Director General de Deportes autonómico es premiado con este galardón, ¿qué habrá que hacer con todos esos directivos de clubes de base que todas las semanas gastan su tiempo, su dinero y su esfuerzo a lo largo y ancho de esta Piel de Toro sin esperar a cambio ni una palmadita en la espalda?

@ Leonardo
Yo había leído que lo que mueve el mundo son tres cosas: sexo, dinero y estatus. Y opino que en muchas ocasiones el dinero y el estatus es casi lo mismo.

Pero es cierto lo que dice la canción: money, money, money…