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Me encanta como todos somos iguales de listos. ¿Te has fijado en la cantidad de publicidad que lleva la selección española? Somos las selección con más publicidad en el equipaje de entrenamiento, por no hablar de la situación que se ha dado en España por la lucha de audiencia con las nuevas televisiones. Así que parece que si vamos a ser los que más cobramos y gastamos un montón de pasta no parece muy aberrante ya que los 24 millonetis también la mueven.
¿Cuántos Maradonas, Cruyff’s y Valdanos hay? Porque van a estar todos trabajando para los medios de comunicación españoles, cuando sus países de origen, donde son incluso Dios, también están en este Mundial. Pero imagino que las paellitas que hacemos en las concentraciones de los medios de comunicación españoles tiran mucho… ¿o tal vez serán los Euros?
Sí, en España nos falta hambre de victoria, saber empujar todos juntos, hombro con hombro para ser lo mejores del mundo. En los bares todos son entrenadores de fútbol, pero, por desgracia, fuera de ellos hay entrenadores de gente que no hacen más que quejarse de la alineación del Estado Español.
Y no te consideres antipatriota, considérate un amargado que no sabe disfrutar de la alegría de ver a tú país en la competición internacional que más pasiones levanta. Yo voy a los bares y no me preocupo de lo que digan los listos sólo disfruto de mi cervecita y de celebrar y animar con otros conciudadanos. Lo mismo que hago los domingos en el estadio, donde también hay muchos listos.
Pero claro, en España ganamos nosotros y pierden ellos. Y menos mal, porque si también ganasen sólo ellos, el Mundial ya no sería lo que es. El hambre que dicen que les hacen falta a nuestros jugadores, en realidad la necesita la afición. A muchos españoles les hacía falta vivir en sus carnes lo que yo viví en el 98 para saber qué es realmente un mundial y cómo se gana.
@ iago
Desde luego que no me considero un amargado por no celebrar el despropósito en el que se ha convertido el fútbol en este país nuestro.
Me alegro cuando otros profesionales, con menos dinero, con menos cobertura, con menos medios, con menos atención, con menos empuje de esa afición, consiguen éxitos a los que estos millonarios futbolistos sólo sueñan con aspirar algún día. Me alegro más todavía si no son profesionales los que consiguen esos éxitos.
Ya he dicho en otra ocasión, y a modo de ejemplo, que “somos” campeones de Europa de fútbol americano sub-13. Y a toda esa afición y a todos esos patriotas que mencionas se la trae bastante floja. Ahora me he enterado de que además “somos” campeones de Europa de fútbol americano escolar. Pero la afición y los patriotas siguen sin apoyar. ¿No será que esa afición y esos patriotas sólo son capaces de apoyar lo que les venden? ¿No será que reaccionamos como borregos o como los perritos del señor Paulov ante lo que nos meten por los ojos?
E insisto una vez más, iago, no es la selección de mi país. Es la selección de la Real Federación Española de Fútbol. Esto es así, guste o no guste, se entienda o no se entienda. No es cuestión de opiniones, sino de Derecho Internacional. A mí no me representa ante el mundo la selección de la RFEF. Ni a ti —aunque lo sientas así—, ni al Estado Español —como dices arriba.
Tal vez por eso disfrute viendo la cara de amargados que se le queda a tanto “patriota” cuando la selección de fútbol queda eliminada precisamente cuando mejor están jugando. No se puede hablar de patriotismo, y sí de patrioterismo. El patriotismo es algo más serio, más importante.
Y dice mi amigo Ito que ojalá lleguen a la final. Dice que así tiene más tiempo… ;-)
NOTA: me cuesta creer que esos 24 millonetis muevan 540.000 euros todos y cada uno de ellos en seis partidos; pero en fin, será… Si tú lo dices (en mi ignorancia pienso que los millonetis brasileños mueven más publicidad en todo el mundo).
Lo mismo le comentaba a un amigo hoy. ¿Cuánto cuestan todos los plásticos que se necesitan para jugar a fútbol americano? ¿Cuántos niños de las fabelas brasileñas pueden comprase eses plásticos para llegar a triunfar como Rivaldo o Ronaldinho? El fútbol, es el deporte que representa a más gente, porque todos podemos jugar al fútbol, aunque sea con una lata en el pasillo de casa. El que nunca haya dado una patada a algo, que me tire la primera piedra.
Él Mundial es un regalo no sólo para los aficionados al fútbol, sino para cualquiera. A todos nos gusta el mundial. Pero en España, somos demasiado ‘guapos’ para ir a él de forma humilde, a disfrutarlo y tenemos que empezar con las televisiones, que si el fútbol es para catetos, que si no se qué que si no se cuanto… por eso te digo los que no disfrutan de la Selección Española en el mundial, son unos amargados incapaces de volver por unos minutos a la inoncencia infantil de pegarle patadas a piedras; olvidarse de lo poco que saben de política y economía para disfrutar inocentemente de la ilusión del deporte Rey.
Porque lo es. Yo nunca he practicado fútbol, he hecho de de todo; judo, baloncesto, remo, ringhokey, aikido, badmintong, volley… nunca me ha llamado jugar al fútbol más que en la calle con los amigos porque en España no sabemos jugar al fútbol con táctica (en Alemania sí hubiera jugado al fútbol) y siempre acudía a deportes más complejos donde la táctica está más desarrollada. En cambio sí que he jugado muchísimo al fútbol con los amigos en la calle.
El fútbol, lo disfruto como un niño. Me he cultivado sobre fútbol como lo he hecho sobre literatura, cine y música, y para mí, el Mundial es como la segunda parte del Quijote o el Génesis (que nadie lee pero es de lo mejor que se ha escrito); como Dolls o The Party; como un concierto de los Stooges o el Aloha! from Hawaii. Es un placer, para la vista, el oído y el alma tanto desde el aspecto técnico como desde el emocional.
El fútbol va extendiéndose cada vez más, porque algo tiene, en Canadá están preocupados porque los niños prefieren el fútbol al hockey. ¿Y como no les va a gustar más si al fútbol juegan en los recreos y para jugar al hockey necesitan ir a unas instalaciones carísimas de mantener? Pronto todos los países jugaran al fútbol.
El fútbol es el fútbol. Y hay que saber acercarse a él a través del corazón, como los niños, inocente y egoístamente (sin mirar qué hace el vecino o el director de una cadena deportiva). Yo no miro a mi novia y veo una persona jurídica, la veo a ella, a la que más quiero y la que me hace disfrutar sólo con verla. Y así es como veo el fútbol en el Mundial, como el fútbol; tanto es así, que a ella (prejuiciosa como tú hacia el fútbol y el negocio que hay alrededor) disfruta de los partidos viéndome a mí, porque se me ve feliz.
No soy nadie especial, sólo sé disfrutar como un niño durante los 90 minutos que dura un partido tal como disfruto de cada página de una novela, de cada secuencia de una película o de cada interpretación de una canción. Con el corazón, y lamentando que haya gente amargada por los prejuicios internos que no sepa hacer lo mismo.
Y sobre la selección de la RFEF, te diré que vaya la Selección de la UE (lo que me haría mucha ilusión) o vaya Galiza, siempre apoyaré a la selección más cercana a mi forma de ser. Por eso voy a apoyar a Francia, donde viví un año, más que a Portugal o países iberoamericanos (con los que tengo un vínculo cultural) porque sé que llevo más de francia dentro que de esos otros pueblos. No soy quisquilloso, sólo soy sincero conmigo mismo y mi vida. La RFEF, no va a robarme ni un segundo del tiempo que he vivido en este contraditorio país, ya me roba suficiente con los abusos que comete contra el Celta.
PS- La selección española mueve muchísimo dinero porque en nuestro país la gente se compra televisiones de plasma para ver el mundial. Brazil gana más por contraros deportivos, con Nike en este caso, para la venta de camisetas y otras equipaciones; la selección española es un escaparate de marcas, una valla publicitaria. Aplica la ecuación de la F1, y piensa si paga más Puma por hacer los monos y zapatillas del equipo Renault o Telefónica por salir en el alerón del R26 :)
@ iago
Amigo iago, déjame decirte que el fútbol americano infantil se juega sin protecciones porque no hay contacto, y no hacen falta porterías ni nada de nada. Luego los niños de las favelas pueden jugar a ello también. Cómo éste, hay cientos de deportes más que son poco costosos. Mira, el atletismo es aún más barato que el fútbol; pregunta en algunos países africanos.
Pero ésta no es la cuestión. Entiendo que te cueste comprender nuestro punto de vista tan diferente. No es fácil. A mí me costó en su día, no te lo voy a negar. Si te sirve de consuelo, leo tu fogosidad y me veo reflejado hace treinta años… (joder, que parezco el abuelo Cebolleta, jaja).
Yo disfruto con un buen partido de fútbol —y de tenis, y de balonmano, y de pelota, y de…—, pero no estoy dispuesto a tragar toda esa basura consumista con la que nos bombardean.
Desde que el mundo es mundo los gobernantes han tratado de apartar la mente del pueblo de lo que realmente hacen o dejan de hacer con nosotros. Hace dos mil años era el circo romano. Hoy es el fútbol. Y ésta no es una teoría mía; somos legión quienes pensamos así.
En mi opinión, lo que verdaderamente importa en esta vida lo tienes a tu alrededor. El fútbol, y TODO TIPO DE DEPORTE, no son más que complementos.
Disfruta de tu familia, de tus amistades, de tu vida. No es una buena táctica confundir tus aspiraciones con las de millonarios que ni te conocen, y que les trae sin cuidado si apruebas o repites curso, si conservas o pierdes el trabajo, si tu hijo pequeño se cura o has de ingresarlo en el hospital.
Y no abandones estos días a tu novia. Recuerda que mi amigo Ito anda por ahí, jaja.
Ahora en serio; haz con ella como ella hace contigo. El día que juegue la selección de la RFEF su partido más importante, y el día de la final (a lo mejor hay suerte y se trata del mismo día), dedícale a ella la tarde y no veas el partido. Demuéstrale que ella te importa más que el fútbol; si eres capaz de hacer ese sacrificio por ella, habrás crecido como persona.
PD: llévala a Santiago, pasea con ella por las callejuelas vacías —estará todo dios viendo la tele— e invítala a tapear en El Gato Negro, cerca de la catedral; creo recordar que allí no hay tele, y el pulpo y el Ribeiro son de ópera.
Vuelve a esta bitácora cuando quieras. Ya sabes que somos cáusticos con el deporte ;-) pero esperamos que tú nos des caña. Y aúpa el Celtiña.
Excelentes los dos comentarios de Iago, cuya defensa apasionada del fútbol hasta yo mismo compartiría si no fuese porque –a diferencia de él- suelo ver el deporte (y hasta practicarlo) con la frialdad de un témpano de hielo. A mí sólo me interesa el deporte como práctica personal, siempre que la integridad física no se ponga en excesivo peligro (ya sabéis, cosa de la salud, del bienestar personal y de pasar un rato distendido). Últimamente me interesa bastante su contemplación como espectáculo en cuanto que es un espejo certero de la realidad social y me aporta claves de reflexión y análisis sobre el puñetero mundo y gentío que me rodea.
Es a partir de estas dos motivaciones personales –practicar el deporte en lugar de verlo y, llegado el caso, verlo para analizar y escudriñar la realidad- que “mi” discurso “deportivo” se hace más cercano a lo que manifiesta la Aguja que Iago. Lo que no quiere decir que éste diga verdades como puños. Sí, el fútbol tiene su grandeza en su simpleza (como las telenovelas, los bestsellers y las hamburguesas…), pero también ese es su gran hándicap. Es decir, que todo lo que le rodea es de una simpleza aterradora. Tiene razón Iago al afirmar que el Mundial es un regalo hasta para los no aficionados al fútbol (que se lo digan a los vendedores de televisores de plasma…). Los mejores partidos de fútbol que he visto en mi vida han sido en los mundiales y el partido inaugural de este me lo zampé enterito, casi sin pestañear. Pero en los siguientes sólo he aguantado en el sillón quince minutos. Me gusta ver un espectáculo GARANTIZADO. Soy así de puñetero y jodido, qué le vamos a hacer. No me gusta ir a una película a ver si sale buena. No pago un duro por una obra de teatro o un espectáculo cualquiera si no estoy seguro que aquello va a responder a lo previsto. Ver un Nadal-Federer en el Garros sí es garantía de calidad a priori y a posteriori. En el fútbol y otros deportes el espectáculo no está garantizado salvo que se pretenda hacernos creer que la incertidumbre por el resultado lo es.
Comprendo que hay miles de personas que en la semana santa de mi ciudad se emocionan y lloran viendo desfilar una procesión. Yo me quedo emocionalmente impasible, aunque disfruto la estética. Comprendo que miles de seres humanos hagan el camino de Alemania para animar a su selección, pero yo no lo haría ni harto de vino. Mi religión no es el fútbol, ni viéndolo me siento un niño. Cuando lo contemplo sigo siendo el que soy, pero todavía más crítico –y lo siento. Porque a veces me pregunto:
- ¿Qué demonios hace ahí tanta gente? ¿no tiene otra cosa que hacer? ¿otra forma de gastarse el dinero que no posee? ¿por qué insultan a los jugadores rivales si éstos hacen lo que tienen que hacer, o sea, procurar ganar? ¿por qué esos tíos que están ahí abajo no se dedican a jugar al fútbol, si saben, y se dejan de coñas marineras?
Al final, Iago, la cosa podría ser pura química personal. Cada uno tiene sus propias motivaciones e intereses para aficionarse al fútbol o a un equipo, etc, pero lo que escama es que CASI TODO EL MUNDO entre en el mismo juego y con idénticas razones. Me resulta sospechoso, qué quieres que te diga, por mucho que ayude la simpleza del juego. Que viva el fútbol, pero que su emocional contemplación no nos deje ver el bosque que se oculta tras él. Francamente, que 30.000 millones de personas contemplen como un solo hombre o niño un espectáculo como el Mundial (más de 200 países) me da que pensar. Por muy bonito y entretenido que sea el asunto.
PD: Cita de Ortega y Gasset para hacer también bonito: “La socialización del hombre es una faena pavorosa. Porque no se contenta con exigirme que lo mío sea para los demás, sino que me obliga a que lo de los demás sea mío. Por ejemplo, a que yo adopte las ideas y gustos de los demás, de todos. Las masas protestan airadas contra cualquier reserva de nosotros que hagamos”.
@ Juan Puñetas
Creo, Juan, que ambos nos vemos reflejados en la pasión que le ha puesto iago a sus comentarios. Pero me parece también que ambos hemos superado un Rubicón y no nos es permitido volver atrás.
Creo que ese ecuador no lo hemos superado por motivos de edad (después de más de un año de correspondencia aseguraría que ambos somos de la misma generación, año arriba, año abajo).
La prueba es que hay muchos coetáneos nuestros que aún no han llegado a nuestro observatorio deportivo y siguen disfrutando como niños del fútbol y del deporte en general. No han madurado.
Creo también que nuestro escepticismo es fruto de nuestra reflexión sobre el mundo que nos rodea. Y el deporte es una parte fundamental de ese mundo en el que vivimos (no lo era tanto hace cien años, por ejemplo).
La práctica deportiva moderada es sana. La práctica deportiva de competición es una enfermedad (y sé de qué hablo y no quiero dar más datos).
La contemplación del espectáculo deportivo es sano. La pasión por el espectáculo deportivo es una enfermedad que no deja disfrutar del espectáculo, aunque a quien a la sufre le parezca que sí disfruta.
En fin, espero que iago nos cuente algún día si fue capaz de abstraerse del mundial y dedicarle una tarde a su novia.
Por cierto, disfruté del partido de Suecia - Trinidad y Tobago. Soy así de frikie. Me lo chupé enterito y pese al cero a cero vi algunas cosas emocionantes (aunque calidad no vi por ningún lado).
Interesante el debate, siento que estoy un poco de acuerdo con cada uno, pero no del todo con ninguno.
Lástima que no tenga tiempo para escribir a conciencia.
Por un lado, me parece rídícula la pretención de la aguja de que un campeonato de fútbol americano sub 13 (!) tenga la misma trascendencia a nivel popular que un mundial de fútbol. Primero, porque el fútbol americano es un deporte que no está metido en más que un puñado de culturas, a diferencia del fútbol. Segundo, porque pocos deportes son imprevisibles e injustos a veces como el fútbol, eso le da una emoción extra. Tercero porque aquí estamos hablando de un campeonato mundial, con supuestamente los mejores del mundo… y lo otro bueno… no sé, es como pretender que un torneo de dominó entre chicos de jardín de infantes tenga trascendencia mundial, es imposible. Es irse a un extremo ridículo.
Más allá de eso, coincido en que la parafernalia mediática es insoportable y pobrísima. En Argentina también pasa. Hay CIENTOS de periodistas en europa llenando horas y horas de aire hablando de la nada misma. Es una forma de idiotizar a la gente impresionane! Repiten y repiten y repiten 50 veces las mismas informaciones, y si no hay informaciones, inventan. Me da asco.
Y obviamente estoy de acuerdo con la idea de que contemplar un encuentro deportivo sólo por la emoción del resultado es algo muy vacío.
“No es una buena táctica confundir tus aspiraciones con las de millonarios que ni te conocen”—> esto me pareció excelente.
Buen post, quizás cuando tenga tiempo lo conteste con más detalle o lo linkee en el blog.
@ Nacho
Entiéndeme, el ejemplo del campeonato de la selección española sub-13 (que además es un deporte poco implantado en España) tiene trampa.
He querido reflejar que en ambos casos se trataba de selecciones nacionales. Esa es su única similitud con la selección absoluta de fúbol. Pero es lo que buscaba. Si me dicen que se trata de patriotismo, entonces hay que sentir la misma emoción por ambos éxitos, lo que obviamente no ocurre.
¿Pero por qué entonces la gente se emociona con el fútbol (hasta el punto de que hay quienes ven perturbadas algunas de sus funciones básicas para la vida —como el dormir, por no hablar del sexo— cuando su equipo o su selección cae derrotado) y no le ocurre con otros deportes?
En mi opinión es una cuestión de elección. Pero dudo de que se trate de una elección personal, y creo que más bien se trata de una elección condicionada por los niveles económicos en los que el deporte rey se mueve.
Me apoyo para sostener esto en los recientes éxitos del fútbol sala y del balonmano español, que han pasado casi desapercibidos. Sin embargo el amigo Fernando Alonso es aupado a los máximos niveles de popularidad. No han tenido la misma cobertura mediática; ni los mismos apoyos publicitarios (patrocinios)…
Hoy ha vuelto a ganar Roland Garros Rafa Nadal. Está en una posición intermedia entre Fernando Alonso y el fútbol sala. Y a años luz de los sub-13 del fútbol americano, jaja. Pero si los campeones de Europa hubieran sido los sub-13 del fútbol, hubiéramos tenido el éxito de los niños hasta en la sopa.
Espero que vuelvas por este artículo y que compartas con nosotros tus opiniones sobre el tema. Siempre es enriquecedor conocer otros puntos de vista.
En realidad a mí me gustaría que esta bitácora fuera una especie de foro internetero en el que todo el que quiera dé su opinión, y trato de responder personalmente a todos los comentarios.
La visión cáustica y el tono pontificante es sólo la “marca de la casa” ;-)
Sabés qué pasa, te leí bastane apurado la última vez (cosa que creo se notó por lo atolondrado de comentario que dejé), quizás por eso no entendí el tono de lo de la selección sub 13. Ahora está claro.
El patriotismo me pareció siempre un sentimiento muy vacío, y basar en eso el interés de uno por el mundial es intelectualmente pobrísimo. o reconozco que este mundial me está atrapando velozmente en sus garras, pero no es que yo me resista. O sea, hay que ver cómo y desde dónde lo atrapan a uno.
A mí me atrapa desde el momento en que me gusta el fútbol bien jugado y me entretienen los debates deportivos y hasta ideológicos alrededor de este deporte si son llevados adelante con honestidad, riqueza y sin ánimos de lucro, y me gusta ponerme del lado de los que buscan rescatarle la parte que nada tiene que ver con el negocio del deporte, la de la pelota en sí, y se supone que no hay mejor momento queun mundial para ver plasmados todos estos debates y también para empacharse de buen y mal fútbol que lo sustente, haciéndose simpatizante de equipos débiles pero honestos, buscando metáforas de la vida en cada partido, etc.
No creo estar haciéndole el juego a nadie con eso, dudo que Blatter se beneficie demasiado porque uno vea el fútbol así, por unos días al menos (después, cuando recomienzan las miserias del campeonato local y sus transas, vuelvo a enojarme con el deporte en cuestión y no hago otra cosa que hablar mal de él y quejarme de los que lo siguen domingo a domingo como bobos sin otra cosa en que pensar que el resultado de Boca o River).
Y me parece hermoso poder compartir estos 30 días de delirio, de romper un poco con el ritmo de lo cotidiano, con gente amiga, y hablar de la pelota abstrayéndose un poco de las obligaciones de la “gente grande” (bueno… con 19 años es un poco exagerado considerarme gente grande, pero se eniende a lo que apunto, supongo). Defender a capa y espada a tal futbolista o tal selección por su actitud humilde y solidaria, criticar a otra por su amarretismo, lo que sea. Sin que nada de esto signifique olidarse de que hay un mundo y un vida alrededor de todo esto, claro. O, mejor, de que la pelota no es el centro y que las cosas no giran a su alrededor. Aunque creérselo por unos días cada 4 años pueda sonar atractivo.
Creo que se puede disfrutar de un mundial manteniendo la actitud crítica. Entiendo que irrite ver a las amplias mayorías idiotizadas pero, ¿es esto muy distinto cuando no está el mundial? Un poco, pero no tanto. Que se usea un cuchillo para apuñalar gente no quiere decir que el cuchillo sea mala cosa. No es como un arma de fuego, que sí se creo para matar. Que un mundial de fútbol se use para idiotizar a miles y miles no quiere decir que no se le pueda dar otros buenos usos, como el original de cortar alimentos para alimentar hombres que siempre tuvieron los cuchillos.
@Juan Puñeta:
A la hora de practicar, me gustan los deportes en equipo donde hay una organización máxima. Entrenamientos y táctica son mi pasión. ¿Por qué? Porque no hay nada más placentero y estimulante que trabajar por el bien de muchos sabiendo cuál es tu papel exactamente. Es ahí cuando superas realmente tus límites. Y no te pongo la cita de Hegel al respecto pero te invitito a recordar la “La introducción a una ciencia de la Historia Universal” ;)
En cuanto tu cita de Ortega, señalar que pertenece a su primera época, con la que estoy más de acuerdo en cuanto su análisis famoso de “masa y élite”. Pero creo que no entiendes del todo el papel fundamental de la masa y cómo la élite ha de cuidar las expresiones de masa como tal.
@Aguja:
Siento decirte, para tú decepción, que no; no me he abstraído del mundial ni una sola tarde para dedicársela a mi novia. Pero qué quieres, a uno no le hacen falta esas cosas. En especial porque no tengo una visión machista del mundo según la cual ella es una planta a la que he de cuidar (esa duele, ¿eh?). El problema no es que yo me olvide del Mundial, sino que a ella le valga la pena estar con alguien a quién le gusta el Mundial; eso no es algo que se consiga en una tarde.
Hay muchas tardes y Mundial sólo uno cada 4 años. Tristes son las parejas que tienen problemas con el Mundial; vamos, como que no son parejas ni son nada a mi modo de ver…
@ Nacho
El caso es que yo creo que hagas lo que hagas siempre acabas siendo un dato en una estadística. Y lo peor es esa sensación de que hagas lo que hagas, estadísticamente ya estaba previsto por estos linces de las finanzas deportivas mundiales.
Es muy complicado manejar a las masas si no se cuenta con los medios. Y esos medios se consiguen únicamente con dinero. Tener la razón no sirve de mucho.
Pero te doy la razón en que estas citas deportivas deben servir para observar y reflexionar. La dimensión de un campeonato mundial como el de fútbol sólo la eclipsa los Juegos Olímpicos, otra cita en la que somos manejados.
Como ves, mi lamento no es por el fútbol como fenómeno deportivo, sino por la manipulación de que somos objeto estadístico en beneficio económico de los de siempre. Vosotros, en vuestra bitácora, también habéis reflejado esa manipulación en el ámbito local de vuestro país. No me gusta que sea tan fácil manejar a las masas.
Sobre tu ejemplo del cuchillo y su uso, yo opino que la herramienta no es el fútbol, sino todos los mecanismos que se han puesto al servicio del mundial: estadística, marketing, psicología social, patriotismo, protocolos, etc., etc. El uso que se le está dando es la venta agresiva de un evento deportivo.
Una vez que esta potente maquinaria se pone a funcionar, se justifica a sí misma. Foros y bitácoras en Internet, merchandising pirata, información gratuita en cualquier diario… Todos se suman a este carro que se ha puesto a rodar a base de dinero, pero lo hacen sin pararse a reflexionar. Todos se hacen eco del evento del año sin pensar que el aura que se genera lleva el dinero en una misma dirección.
Y si todo es dinero, ¿qué papel juega, pues, la pasión que la gente le pone al mundial? Pues el papel de engrosar el bolsillo de unos pocos.
Sí, sí; igual que un videojuego. Uno lo compra y aporta dinero a la empresa que lo ha creado a cambio de unas emociones. Pero al menos en esto la gente hace una compra meditada. Y si no lo hacen…, eso es consumismo, y se están dejando manipular.
@ iago
¡Hombre, iago!, demostrarle a tu novia que ella está por encima de cosas tan fútiles como un mundial de fútbol no tiene nada que ver con la Botánica. Y menos aún con el machismo.
Creo más bien que es cuestión de amor y dedicación. ¿Le has preguntado a ella, o simplemente hablas de lo que te parece a ti que ella siente? La falta de comunicación entre las parejas sí que es un problema triste. Pero líbreme dios de intentar ser tu consejero amoroso.
Tienes razón. Mundial sólo hay uno cada cuatro años.
@la_aguja:
Hablábamos de dedicarle atención, no de demostrarle que está por encima de todas las cosas. Así que lo siento, tú pierdes ;) Yo puedo volver a repetirme; tener que demostrarle a alguien que está por encima del Mundial, es algo muy triste… si tuviera que hacerlo, me daría vergüenza tener que mirarle a la cara a mi novia.
Creo que tienes una imagen muy muy muy equivocada de mí…
Está muy bien lo que dice Iago, “tener” que demostrarle a t novia que la quieres llevándola de paseo el día de mundial es señal de que algo no anda bien en esa relación, falta de diálogo para empezar, diría, conocerse poco, etc.. Es obvio, creo yo, que alguien que le da más importancia a las personas que a un partido de fútbol puede igual preferir ver una final de un mundial a salir con su novia esa tarde, de hecho, hasta lo pueden ver juntos. ;)