Jun 30 2006
De enanos y gigantes
Escrito por laaguja | Archivado en: Rojoolimpismo
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el 30.06.2006 (Friday) a las 01:02:40 y está archivado en
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Con respecto a la designación de sedes para los grandes eventos deportivos, se comenzó a comentar que Adidas (empresa que tiene gran influencia sobre la FIFA si las hay) “no ve con buenos ojos” que el Mundial de 2014 se dispute en Brasil, dado que es un “país Nike”; sino que inclina sus preferencias (dado que está confirmado que se jugará en América del Sur) para que se haga en Argentina, un “país suyo”. El elegido se especula que se sabrá justamente previo al comienzo de los JJ.OO. de 2008 en Pekín.
He leído algo de una unión Nike y Reebok, pero he de indagar aún si es algo puntual o es una fusión. Puma por su parte es la que mejor parada ha salido en el Mundial de Alemania.
Creo que Adidas debería, precisamente, tener en mente a Brasil para situarse en ese mercado, puesto que como bien dices en Argentina ya está mejor valorada.
Y apuntas con muy buen criterio una relación entre ambos máximos eventos mundiales. Precisamente el nexo de unión —y el punto de plegamiento— son las casas comerciales de prendas deportivas.
En el mercado están también pujantes las casas de materiales deportivos, pero éstas no factuaran como los gigantes del sector al estar especializadas en un par de modalidades a lo sumo.
Prometo investigar…
El deporte y la política son dos mundos aparte. No conviene mezclarlos. Eso dicen los cantamañanas habituales que ni entienden de deporte ni tampoco de política. Por ejemplo, los dirigentes habituales del Comité Olímpico, de la FIFA y de otras organizaciones al uso. Y si hablamos de China, ojito que entra la cagalera. ¿Te has dado cuenta que los únicos que abren el comercio en España los días festivos y los días normales fuera de los horarios habituales son los chinitos mandarinos? ¿Tienen venia, pagan algún impuesto específico que no pagan el resto de los mortales o es que son incansables? Algún amigo tengo que pretendió abrir su pequeño negocio en horario similar (bah, un poquito de todo, fruta, bebidas, algo de pan y chucherías) y tuvo a la poli encima en cuestión de horas. Parece que la bula que tiene China a nivel internacional, incluido lo deportivo, también nos alcanza hasta en nuestras propias ciudades. Y ojito que el Puñetas pierde los vientos por muchas cosas chinas. Pero a cambio de nada. Cosa que no estoy seguro de poder decir de esos tipos de aquí que les dejan hacer a sus anchas, a diferencia de los nativos, y de esos cagarruteros de allá que les conceden unos Olímpicos pasando olímpicamente de las condiciones políticas mínimamente exigibles a todo país que deba albergar al resto del mundo mundial. ¡Pero si eso es bueno, así se forzará a abrir aquella sociedad amordazada! -rezan los meapilas habituales. Pues bueno, pues vale, pues me lo contáis dentro de unos años y si no es cierto os atáis al cuello una piedra de doscientos kilos y os tiráis al mar. Oye, mano de santo en la conversación. Bueno…, quizás…, tal vez…, ya se sabe…, adiós, que se me pegan los garbanzos.
Parece que el mundo del deporte se mueve al dictado del mundo de la política (como todo en esta vida, ¡no te giba!).
Lucha de los deportistas contra el Apartheid; pues me parece bien. Pero ahora se impondría un lucha contra las penas de muerte.
Lucha del fútbol contra el racismo y la xenofobia; pues me parece bien también. Pero ahora desde el mundial se debería haber luchado contra la esclavitud —otro tipo de racismo— en la que se encuentran miles de mujeres atrapadas en las redes de prostitución que florecen a la sombra del campeonato del mundo de fútbol —y de los Juegos Olímpicos.
Los dirigentes del deporte (políticos al fin y al cabo) lucen una espléndida doble moral y siete capas de retranca.