Sep 12 2006
Money, money, money
Escrito por laaguja | Archivado en: Rojoespectaculo deportivo | los medias
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el 12.09.2006 (Tuesday) a las 00:22:06 y está archivado en
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Interesante cuestión que creo que se debe centrar en la titularidad de la competición. Si es una competición privada, como apuntas, los medias no tienen de su parte más que a un sector de la opinión pública, pero no a la ley.
Por otro lado, si la competición es pública (no olvidemos que entre las competencias administrativas delegadas a las federaciones se encuentra la organización de los campeonatos de España) la prensa debería tener acceso libre al estadio. Eso sí, el Estado debería correr con muchos de los gastos con los que corren hoy en día las SAD, como los protocolos de seguridad.
Supongo que un jurista se saldría diciendo que es una competición semi-pública o semi-privada, si es que estos conceptos existen. Pero desde luego, lo que no puede ser es que sea pública para según qué cosas y privada para según qué otras.
Y una vez que nos lo explicaran, a lo mejor muchas modalidades de esas que tú llamas “deportes desheredados” tendrían algo importante que decir.
Yo no estoy muy seguro de si aclarar el concepto de competición pública o privada sería determinante.
Ni creo que la cosa acabaría nunca en un juzgado. Sí creo que la apelación de la APC a la titularidad pública del estadio es síntoma de que saben que no tienen la razón.
Pero sí creo que todo el problema que se suscita (quizá hoy no ha sido nada, ya veremos qué ocurre si gran parte de los equipos de primera división se ponen de acuerdo) porque la legislación deportiva deja este tipo de lagunas. Como ya apunté hace tiempo (por cierto, era una serie de cuatro artículos y sólo hice dos) se ha copiado la punta del iceberg.
Se ha trasladado del sistema americano de competición profesional la parte que se ve, y por debajo de la línea de flotación quedan por aclarar muchos conceptos, como éste que nos ocupa.
No sé qué será peor, si no legislar o legislar mal. Culpables…, pues todos los chupópteros que están calentado sillas y no se atreven a coger el toro por los cuernos.
En temas de derecho, a mí me pilláis con los pies torcidos. Soy como Laporta: no tengo ni idea de Derecho, aunque yo al menos no he estudiado esa carrera. Así que, tras leer el comentario agujil y la opinión de Contrapunto, se me ocurre tirar por otra calle. ¿De verdad creéis que el Estado, los políticos y las fuerzas vivas van a permitir que el entontecimiento de las masas provocado por el hartazgo futbolero sufra un retroceso porque unas cuantas SAD quieran sacar el parné a los voceros y propagadores del mismo, corriendo el riesgo de disminuir los altavoces mediáticos? (Naturalmente que estoy partiendo del principio puñeteril de que el deporte se está utilizando como medio de atontamiento en muchos casos, y no como fórmula de salud, higiene, valores, etc). Aquí el deporte no interesa tanto como cultura sino como digestión pesada. Como la televisión, es vendido como un “servicio público”, aunque a veces lo disimulen con la boca pequeña. Y si “El Rondo” o “Aquí hay tomatazo” lo emiten unas cadenas de W.C. a las que la Constitución reconoce un carácter de servicio público, ¿por qué no va a serlo el Madrid-Barça, el Marca, Territorio Champion o el Mundo Deportivo, máxime cuando nos garantizan eficaces modorras del personal, que así no se preocupa de temas más importantes? Si Lendoiro quiere sanear las cuentas, que haga rebajas en las nóminas de sus huestes o haga una colecta a las puertas de Riazor, pero que no juegue con las cosas de comer. Hasta ahí podíamos llegar. La voz de alarma ya ha empezado a correr por los principales salones y cloacas del Estado. Y sus adosados, claro.
No, si de Derecho no entendemos ni torta. Y a veces casi que mejor, porque al menos uno se fía de su instinto y del sentido común, y no de a ver por qué calle tira para llegar a donde le interese llegar.
Quiero decir, que en este asunto me temo que habría tesis y contratesis para satisfacer todos los gustos.
Ahora bien, el problema, como le respondo a contrapunto, es que la cosa viene de antiguo. Y cuanto más tiempo pase sin aclararse los asuntos, mayor maraña de intereses que se cruzan. Y mayor complicación para establecer quien tiene la razón.
En este caso concreto creo que ambas partes serían capaces de invocar antecedentes bien documentados que les darían la razón.
Se os ha pasado, sin embargo, una sutileza que he dejado caer en los dos últimos párrafos. Es la APC quien en su día presentó la protesta, pero que yo sepa a esa asociación no le afecta económicamente esta cuestión.
Los afectados —las empresas de prensa, radio y televisión— permanecen callados dejando que el trabajo sucio lo hagan desde la asociación de la prensa esa, que entiendo que está formada por personas físicas.
Los periodistas, muy viscerales ellos, han saltado hacia delante. Pero la indignación no parece haber llegado a las salas de reuniones donde se cuece el bacalao. Y el Depor —inteligente Lendoiro, como buen gallego— ha dejado una puerta abierta a la colaboración. ¡Qué país de quijotes!