Competición y público
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Pero por mucho que lo digas una y otra vez, el pueblo sigue caracterizándose por su enanez mental. El programa que comenta Juan Puñetas, y que no se merece ni un ápice de publicidad, fue indigesto, atorrante, cansino, aburrido, repetitivo y aún le caben muchos adjetivos más, ninguno halagador.
Parece mentira que unos periodistas como los que allí había se puedan sentir orgullosos de un trabajo tan vulgar como ese.
Pues tenía una diatriba preparada sobre el programilla ese del que me tuve que tragar algunos retazos al estar en un establecimiento con un amigo.
Pero no sé si terminarla. Quizá por eso que dices, porque no se merece ni un ápice gratuito de publicidad.
Al asunto del periodismo deportivesco amarillo habría que ponerle coto. Quizá el Gobierno en base a no sé que ley. Indagaré en el asunto ;-)
Es muy dificil hacerle entender a la gran masa eso (de que se representan federaciones no países); quizá ayude ínfimamente un poco a ejemplificar la situación el caso, de por citar uno muy conocido, el color de la indumentaria que utilizan los italianos (azul) el cual no corresponde a su bandera nacional.
Sobre el tema de las indumentarias tenía yo pensado escribir algo relacionado con la vestimenta de las selecciones españolas. Pero hacer una pregunta en tres párrafos no es mi estilo :-)
Me gustaría saber cómo se está viviendo en Argentina el asunto de la lesión de Maxi Rodríguez. Creo que viene muy al pelo de lo que estoy comentando estos días. Por aquí se están encendiendo los ánimos de los dirigentes de los equipos profesionales.
Pero la revuelta debe llegar a Estrasburgo. La UEFA tiene acoquinados a los equipos y a las federaciones.
Es curioso; esta semana estás sermoneando sobre el papel que desempeñan las selecciones nacionales, sobre la conveniencia de reconsiderar posturas, y sobre los peligros que supone la cesión de deportistas profesionales…, y un jugador argentino que juega en un equipo español va a jugar con la selección argentina contra la selección española en un partido disputado en España y se lesiona para seis u ocho meses.
Ya me contarás.
Pues no hay mucho que contar. Ya lo decía Juan Puñetas en nuestros respectivos inicios y corteses intercambios de presentaciones de esta temporada. Hablaremos sobre lo mismo, porque los problemas del deporte se repiten y se repiten (no eran sus palabras textuales, pero creo recordar que sí su sentir).
Pues hay dos opciones. O escribes un artículo y lo guardas hasta que surja la oportunidad en cosa de un mes (con un par de retoques queda ajustado al asunto del momento), o escribes un artículo y lo publicas, que en cosa de un mes cobrará actualidad.
Éste ha sido el caso, lo que ocurre es que ha cobrado vigencia en la misma semana. Yo escribía sobre Pau Gasol y su lesión, y ahora se lesiona Maxi Rodríguez. Y la semana que viene le tocará a otro, aunque tal vez no tenga relación directa con el deporte español.
Lo interesante ahora será ver los movimientos que parece que tímidamente comienzan a verse (ver el enlace que le dejo aquí arriba a Leonardo).
Y habrá que seguir lo que se mueve al otro lado del Charco. Si consiguen ponerse de acuerdo estas dos iniciativas privadas será viable un cambio de paradigma en el deporte profesional.
Es vergonzoso que haya obligación (al menos en España) de acudir a las convocatorias de los equipos nacionales. Va a ser que lo de que existe libertad es sólo un escaparate.
Aquí tiene el amigo Lissavetzky (¡me he aprendido la grafía!) un asunto en el que ser un campeón, y dejarse de tocar las pelotas y los tubulares con el asunto del dopaje, en el que lo mejor que puede hacer es pasar desapercibido.
¿Y que quiere decir ese ocho en negrita seguido de un punto?
Pues si pones el cursor encima te saldrá un mensaje con su significado. Es uno de esos primitivos símbolos (ahora hay cientos y se representan incluso con gifs animados) que pretenden demostrar sentimientos o estados de ánimo al escribir.
El signo cómplice del guiño ;-) o el signo de la sonrisa :-) o el signo del disgusto :-( o el de la carcajada socarrona :-D o el de la carcajada a mandíbula batiente X-DD
Pues éste del ocho y el punto es el del asombro, con los ojos muy abiertos y la boca cerreda 8· Entorna la cabeza hacia la izquierda y mira esos símbolos como si estuvieran tumbados.
Por cierto, y al hilo de la contestación de arriba. Tengo escritos dos artículos sobre el dopaje. Ya estaba programada su publicación (esto del CMS del WordPress es simple y efectivo) y la estoy postergando por una cosa u otras.
Pero hace tiempo que no se habla del dopaje en los medios; digamos que ha perdido virulencia. Pues eso quiere decir que falta poco para que nos vuelvan a asombrar con otro asunto de dopaje. Ahora te pondría el signo del asombro con los ojos y la boca abiertos 8-O
Creo que si entras en el enlace a la Hemeroteca verás que ya están programados los artículos (el fallo es del plugin —no del WordPress— que me lee todos los artículos que aparecen como publicados sin tener en cuenta la fecha).
Pues “ya te he contado”, amigo clavo.
Nos metemos en unos berenjenales, amigo Luis… ¿Pero qué trabajo nos cuesta decir sí boana, amén, claro, por supuesto, de acuerdo, tiene toda la razón, a sus órdenes, vale, OK, pues sí, estupendo, correcto, jamalají, de puta madre…? ¿Ves qué fácil? ¿Para qué calentarnos el cocotero si con una o dos palabras se queda uno descansando y feliz? Cualquier día de estos me descuelgo por el Arco con un artículillo antológico dedicado a quienes piensan por nosotros, juegan por nosotros, rezan por nosotros, informan por nosotros y se ríen de nosotros. Y tras la dedicatoria, un sencillote y diáfano adjetivo, escogido de entre esta ristra: sí boana, amén, claro, por supuesto, de acuerdo, tiene toda la razón, a sus órdenes, vale, OK, pues sí, estupendo, correcto, jamalají, de puta madre..
Oye, Luis, estoy seguro que esa noche me voy a ir a la cama más contento que unas castañuelas, aunque no sepa tocarlas. Feliz por haber cumplido con mi obligación de tío responsable, objetivo, cabal y tragaldabas. Todavía está lejos la caída paulina del caballo pero la carne es débil y cualquier día de éstos San Cucufato nos deja en la estacada. Porque es que nuestra supervivencia ya empieza a ser un milagro…
Lo cierto es que no valgo para ser aplaudidor. No lo llevo en la sangre. A lo mejor es que me falta el gen seguidista, como si fuera un defecto de fábrica… ;-)
Pero creo que no eres del todo sincero cuando dices que el día que escribas ese artículo dormirás a pierna suelta. Más bien se te soltará la pierna de los calambres espasmódicos que tal actitud, contranatura en una persona de tu intelecto, provocarán en tu rebelde cuerpo.
Piénsalo bien antes de hacerlo, porque te veo publicando oraciones a San Cucufato en los diarios deportivescos presa de tu remordimiento.
Personalmente disfruto tanto viendo una retransmisión de póquer como de golf (:-P). Pero sí creo que me sentaría a disfrutar de una retransmisión de Magic, juego al que últimamente le dedico unas cuantas horas a la semana.
En fin, que con lo asequible de algunas herramientas (cámaras, micrófonos) y de algunos medios (cadenas de TV online), el escaso arsenal necesario para la producción, el lanzamiento de la cultura del ocio (que a buen seguro acabará siendo subvencionada por alguna Junta autonómica) y un buen locutor, te veo de aquí a un par de añitos más contento que un niño con zapatos nuevos al realizarse tu sueño de ver en directo el mundial de ajedrez.
Por de pronto a ver si te retransmiten el Torneo de Linares. Es fácil, si los propios organizadores se lo proponen, emitir por Internet las partidas. Si me contratan, yo mismo me ocuparía de ello.
Tienes toda la razón… Me ha sorprendido un texto tan bien explicado, clarito y con tantas referencias.
Además de que estoy completamente de acuerdo con todo lo que he leído.
Te seguiré de cerca…
Hola rafa06. Agradezco el comentario y celebro que coincidas conmigo.
La verdad es que este texto ha tenido más referencias de las acostumbradas; quizá la ocasión (con tanto juego “desconocido”) lo requería. Pero sí es cierto que no escatimo en referenciar otras fuentes.
No te cortes para decir lo que piensas si en otros artículos no coincides conmigo.
Un saludo.