Jan 30 2007
La apuesta
Escrito por laaguja | Archivado en: Magentareflexiones
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el 30.01.2007 (Tuesday) a las 23:55:19 y está archivado en
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A mí me da que le tongaste. Vaya manera de beber gratis, jaja.
No es más que un cuento para reflexionar sobre el contraste entre lo poco democrático que puede llegar a ser un equipo en un marco lleno de libertades.
El cuento se me ocurrió a raíz del presunto acoso laboral que podría estar sufriendo Beckham tras la declaraciones de Capello.
Pero espera que voy a enlazar al final el artículo que dio origen al cuento. (Esto de que no se me entienda me pasa por escribir siempre cosas demasiado serias, jaja).
El porqué escribir un cuento viene a cuento ;-) de que la revista con la que colaboro pidió a sus articulistas que enviáramos unos artículos bajo el formato de cuento.
¿Crees que debía haber puesto en el encabezamiento que era un cuento? Lo voy a poner de todas formas.
El cuentecillo que cuentas tan bien contado (valgan las redundancias) podría tener una moraleja final. Podríamos cambiar los personajes humanos por animales, lo convertimos en una fábula y ya estamos cumpliendo los cánones clásico-literarios. Pero seamos heterodoxos y moralejemos con el puro cuento. A los clubes de fúbol, y a los partidos políticos, y al cine, y a muchísima gente, les pasa como a algunas piezas de fruta, que te las venden relimpias, brillantes, hechas unas dandis y cuando vas a hincarle el diente o el cuchillo compruebas que aquello está más pasado que el arroz de mi vecina del octavo dé, que ya calza los 80. (Espero que me entiendas porque yo también a veces uso una cosa tan críptica que parece que soy Ocón de Oro haciendo uno de sus famosos jeroglíficos).
Bello por fuera, sucio por dentro. Tierna por fuera, un hueso por dentro. Democrática de puertas afuera, absolutista por dentro. La vida misma, oye. Que a Capello y Calderón no les gusta Ronaldo, Beckham o el limpiabotas del club. Los echan, venden, traspasan o alquilan. ¿Qué problema hay? Después triunfarán fuera -eso les está pasando a Baptista, Diogo, Arbeloa y tantos otros- pero eso ya no es su problema. Mañana echan o se va don Fabiolo (suelen durar un par de años, como mucho) y tenemos en el exilio dorado a todo un ejército cuyo anterior general limpió para nada.
Adivina, adivinanza. Si tratan así a figuritas de papel couché, ¿qué no le harán al limpiabotas de turno o al tío que limpia los cristales de las oficinas?
Pretendía reflexionar sobre las contradicciones del mundo en el que vivimos. Es evidente que un equipo deportivo, al igual que un equipo militar, no puede basarse en democracias y votaciones.
Habrá un general o un entrenador que decidirá cuál es la mejor táctica a seguir y los demás deberán acatar sus directrices u órdenes para que el todo funcione.
En el mundo empresarial pasa otro tanto.
Pero que esos regímenes autoritarios sean aceptados (yo aún diría más; diría que en esas parcelas concretas estos regímenes autoritarios son exigibles) no quiere decir que puedan extenderse a todo el radio de acción del sujeto que ejerce el mando.
La prueba, la posibilidad de caer en el acoso laboral —mobbing— con un jugador.