Artes marciales urbanas

Yo tampoco te conozco, pero ¿ves algún juicio de valor en este artículo sobre este suceso concreto? Sin embargo, a mí sí me parece que te dejas llevar por pasiones y sentimientos más que por ideas y razonamientos imparciales.

Respeto el dolor que la muerte del chaval pueda haberte causado (desde el momento en que matizas la procedencia del finado colijo que te ves involucrado anímicamente en el asunto), pero has de convenir que la prensa sí ha estado más cerca que yo de hacer juicios de valor.

Y es a la prensa en general a quien se critica en este artículo y a su afición a hacer juicios paralelos y a manipular e inflamar las pasiones de los lectores. No negarás, salvo que los sentimientos te lo impidan, que en el primer enlace propuesto la información es presentada de forma sesgada, harto torticeramente, cargando las tintas desproporcionadamente del lado que toque.

Recuerda algo muy importante: el portero será juzgado por homicidio y no por asesinato, que es la etiqueta que ya le han colgado con frases como la que he entresacado; a él y a todos sus colegas de profesión.

No sé si pertenezco al gremio de matones de discoteca (eres tú quien utiliza el calificativo de “matones”, aunque no sabría decir si eso es un juicio de valor o simplemente un calificativo tendencioso o tal vez una etiqueta como de la que te acabo de hablar).

Tal vez yo sólo sea un empresario de una sala de fiestas; o quizá sea un vigilante jurado o un escolta, o quizá un familiar de un portero de noche. En cualquier caso te agradezco el comentario y la compostura que has guardado al escribirlo, porque no es fácil mantener las formas cuando uno se siente afectado.

Actualización del 25.10.2007 a las 02:55 horas:
He dicho más arriba que el portero de Tenerife será juzgado por homicidio, pero debo matizar que podría ser condenado por asesinato si se demuestra ensañamiento.

JL MS, este comentario tuyo había sido moderado por el sistema antispam de esta bitácora. Desconozco el motivo. Ahora por la noche, haciendo limpieza de la web, lo he visto y he decidido editarlo y aprobarlo porque aquí no se censura nada (si fuera así no podría alardear de la etiqueta que tiene esta bitácora bajo su mancheta).

Veo por la hora en la que lo enviaste que aún no habíamos llegado al entente con el que nos hemos despedido. Pero no puedo por menos que hacer una reflexión pública.

Pensemos que hay padres de familia entre esos “matones de discoteca” que aspiran a ganar un dinero extra honestamente para llevarlo a sus casas y llegar dignamente a final de mes porque el dinero que ganan en su vida laboral normal no les alcanza: una hipoteca, un hijo en la Universidad, un familiar enfermo, la mujer que ha finalizado su contrato y no encuentra otro empleo…

Vemos que existen otras posibilidades, todas ellas de lo más corriente, que no precisan de tapadillas o tapaderas. Incluso puede que hayan sido despedidos de su trabajo y no tener otra forma de ganar dinero honestamente.

Pensemos que a los porteros de noche no les interesa ser golpeados en una pelea (o apuñalados) porque podría suponer una baja laboral en su empresa y pasar a cobrar el 75%, además de no poder desempeñar el trabajo extra de las noches de los fines de semana, con lo que la bonanza económica se viene a bajo en un abrir y cerrar de ojos.

Pensemos también que una condena tras una denuncia puede suponerles un desembolso de un dinero que ya no tienen por haberlo gastado en sus necesidades vitales.

Después de esto, yo no puedo pensar que el gremio de los porteros de noche busquen pelea por sistema y disfruten con ella.

Cafres los hay en todos los gremios. Prácticamente todos los meses nos enteramos de que algún miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ha sido sorprendido al otro lado de la Ley. Pero no por ello tachamos al colectivo de guardias y policías de corruptos, porque no lo son.

Contigo, que eres parroquiano de esta bitácora, he de tener un trato distinto.

El objeto del artículo era doble. Por un lado llamar la atención sobre una generalización injusta que sin duda todos hemos hecho alguna vez.

Al hilo de ello he tratado de exponer, desde la información que poseo y que siempre he dado por buena por provenir de doctas manos, lo que la legislación dice en asunto de autodefensa y artes marciales.

He querido llevar el debate al terreno de los mitos urbanos, porque aún sigo oyendo, como si de 1976 se tratara, cosas como que se debe enseñar la licencia de boxeador o de taekwondoka antes de defenderse. O que un practicante de artes marciales está obligado a socorrer a una persona agredida en base a un supuesto código marcial, como si de un desfacedor de entuertos se tratara. (Si doy esa fecha es por un motivo personal que no viene a cuento).

Pues ni más ni menos que otro ciudadano tan de a pie como pueda serlo él.

En caso de ser testigo de una agresión sí es obligación del karateka intervenir cuando es miembro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Pero porque así lo estipula la legislación vigente aplicable a este colectivo laboral y no por supuestos códigos samurais trasnochados.

¿Estabas al tanto de esto, Roxin?

Es de agradecer tu intervención aportando datos de la problemática del sector.

Es una lástima que hasta los tribunales lleguen los pre-juicios sobre esta profesión. Pero supongo que los jueces y fiscales son humanos. Y supongo que ese pre-juicio les llega a través de la prensa y de los medios de comunicación.

Aunque es curioso que nos digas que el término “portero” está desapareciendo, y sin embargo la asociación nacional que nos enlazas mantiene ese nombre en su denominación. Supongo que es cuestión de tiempo.

Sí; un lugar donde es necesario tener algo de vigilancia para que el “ganao” no se desmande es, a buen seguro, un sitio con demasiada gente para nuestros gustos.

Por otro lado, la aglomeración de gente, sin que sea posible el respeto de los espacios personales, genera a la fuerza tensiones y estrés en este animal humano que somos, y que atávicamente tiene otra concepción del espacio y de la tribu (yo diría que hasta genéticamente).

Pues gracias por tu enhorabuena.

Aunque creo que todos nos hemos dejado llevar por la primera parte del artículo que nada tenía que ver con el deporte.

La segunda parte, la de la aplicación de técnicas de combate en la vida cotidiana y las exigencias federativas y legales, ha pasado más desapercibida (aunque sería más conveniente decir técnicas de autodefensa, pero esto no deja de ser un eufemismo desde el momento en que se reconoce que la mejor defensa es un buen ataque).

Yo tampoco sé quien eres y tampoco me importa (!!!). Pero parece que la pasión es la que habla por ti (asumiré que las dos entradas anónimas corresponden a la misma persona).

Puede ser comprensible. Pero entonces tendrás que convenir conmigo en que no eres objetivo (u objetiva).

En tu estado, no hay mucho más que decirte. Si te hubieras tomado la molestia de leer los comentarios que se han hecho a este artículo quizá te hubieras dado cuenta de que el tuyo está fuera de lugar.

Y si te hubieras leído con calma el artículo completo te habrías dado cuenta de que lo que aquí se denuncia es la manipulación de la información que nos ofrecen los medias, eso sí, tomando como ejemplo un caso que parece serte cercano y doloroso.

Sobre las manifestaciones del padre, a las que aludes, me atrevería a apostar a que él no te ha pedido que salgas en su defensa. Hasta donde yo sé, es persona muy capaz de valerse por sí mismo (firmando con su propio nombre) y no necesita de satélites ni de anónimos.

Lo repetiré una vez más. Lamento la muerte del joven. También lamento que al portero ya se le haya juzgado en los medios de comunicación. Y lamento que la opinión pública ya haya sentenciado al gremio de porteros.

Pero por suerte seguimos viviendo en un Estado de derecho, y la única sentencia válida será la del juez.

Si el portero es culpable de homicidio —o de asesinato—, yo también quiero que sea condenado.

Pero me temo que si finalmente el juez sentencia que sólo medió un mal golpe fortuito, muchos vais a quedar enrabietados. No estáis pidiendo justicia, sino venganza. El odio y la ira no son los mejores consejeros.

Estoy convencido de que te es imposible ser imparcial, pero como aquí no borramos nada, pues ahí quedan tus dos comentarios.

Veo que este anónimo no sabe distinguir ni con quien habla, ni siquiera el significado de las palabras. Dice que la ¿aguja se jacta de ser parcial? no creo que sea lo más adecuado para un moderador, con lo que no se jactaría de ello; pero además es que el único que lo hace soy yo “Chulfo” por que realmente lo soy, pero no tengo ninguna otra vinculación con este foro, ni intenciones de llevarlo a ningún lado. Me parece que este anónimo por su falta de respeto,ignorancia, y grosería gratuita y cobarde, encaja con lo que antiguamente se llamaba “matón” y que los profesionales de la puerta hemos desplazado. No descarto que sea un viejo portero envenenado en su fracaso personal. Según él no existe la figura del portero entonces ¿porque estamos hablando de ellos? Agradecer profundamente a “la aguja” su postura con respecto a este sinvergüenza. Yo tampoco perderé el tiempo con este elemento anónimo. Saludos a todos los demás. Feliz Año.

Aquí tienes la Ley 23/1992, de 30 de julio, de Seguridad Privada por la que tanto clamas.

Te aconsejo que leas las leyes antes de andar por ahí atizando a la gente con ellas. Pero no sólo los índices, ¿eh? (¿por qué tengo la sensación de que sólo te has leído el índice del Capítulo III?).

Léete esta ley de cabo a rabo, desde la exposición de motivos que da el legislador hasta la última disposición final, y cuando lo estés haciendo vete recordando esto otro: “la ausencia de pruebas no es prueba de la ausencia“.

Una vez que te hayas leído la ley (de cabo a rabo) y la hayas entendido (no dudo de que tendrás que esforzarte), tal vez te des cuenta de que esa ley regula la actividad de las empresas de seguridad privada, no la obligación de terceros de contratar sus servicios.

Recuerda entonces que en todo Estado de Derecho existen vacíos que el poder legislativo trata de llenar. Cuando no lo hace quizá sea porque hay cosas más urgentes o/e importantes que regular.

Si tanta razón crees que tienes, puedes hacer lo siguiente. Vete a la Delegación del Gobierno en Asturias (me dicen que está en Oviedo, en Plaza España) e interpones denuncia contra todos los establecimientos “de copas” que según tú estén incumpliendo esa ley de seguridad privada que invocas.

Si mal no recuerdo, allí tienen obligación de recoger cualquier denuncia (otra cosa es que te la tramiten). Si pasado un tiempo prudencial (entre uno y dos meses) ves que en tu provincia no se ha hecho nada, vete con la copia de la denuncia al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo y demandas a la Delegación del Gobierno (*) por su pasividad administrativa.

Cuando tengas algo que contarnos vuelves y nos informas de tus pesquisas. Hasta entonces te agradecería que te abstuvieras de volver por este foro. Aunque sólo sea para no hacerme perder mi tiempo escribiendo otro sermón como éste. (Y ten presente que aquí no engañamos a nadie. Es más bien al contrario, tú eres quien trata de imponer sus opiniones con escritos incendiarios carentes de fundamento).

(*) ¿Y por qué Delegación del Gobierno? Pues porque la ley que este anónimo pretende hacer valer es una ley nacional y no autonómica. Y es la Delegación del Gobierno en cada comunidad quien debe velar por su estricto cumplimiento. Además, es la Delegación del Gobierno quien coordina los Planes de Seguridad Ciudadana con ayuntamientos y otros agentes sociales. En esos planes se contemplan los bares de copas y discotecas, sobre manera los horarios de cierre.