Dec 07 2007
Explotación infantil en el deporte
Escrito por laaguja | Archivado en: Amarillodeporte base | espectaculo deportivo | gestion
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el 07.12.2007 (Friday) a las 20:33:40 y está archivado en
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Muy majo el chaval, pero yo preferiría no tenerlo de alumno por si un día se cabrea… O de cliente, por si le da por protestar a su manera…
La verdad, la más insólita pero exacta verdad, es que un niño (y a sus 13 y 15 años el Hiroya lo era/es) lo que tiene que hacer es divertirse, jugar, leer y esas cosas que luego harán de él un pequeño monstruito… en el futuro. Convertirse en tal a tan temprana edad da un poco de grima y de vergüenza ajena. Pero, en fin, la cosa está como está y no hay que darle más vueltas…
Ah, por fin encuentro una clara divergencia con la Aguja. Al Puñetas los deportes de garrotazo y tentetieso, de puñetazos y agarres, no le gustan ni en pintura. Cuando chaval si que me enteraba un poco de la cosa del boxeo (que estaba muy en candelero), pero poco más. Ver a un humanoide pegarle a otro, aunque sea en plan deportivo, no me hace ni pizca de gracia. No critico a quienes les gusta o pasan el rato con ello, pero el menda no puede. Es superior a sus fuerzas…
Los deportes de combate tienen su aquel. No en balde se llama al boxeo desde hace tiempo “el noble arte”.
Alguien dijo una vez que un combate es un duelo de voluntades. Y yo añado que es un duelo de inteligencias. El arte de dar evitando que te den.
Lo que ocurre es que en estos últimos tiempos la gente va muy lanzada y ganan los combates dando 50 golpes a cambio de recibir 49 tabanazos.
Si te digo la verdad, a mí ese tipo de combates tampoco me gustan. Tengo al baño María un articulillo que habla sobre estas cosas. Pero un buen amigo me ha aconsejado que espere para sacarlo.
Te dejo aquí un vídeo de cómo se las gasta el angelito. Al árbitro sí le daba yo un par de hostias de las que hacen daño, por gilipollas.
Supongo que para apreciar el “arte” de estos deportes hay que ver combates de alto nivel. Y esos escasean. Cada vez hacen debutar más pronto a los chavales en categoría profesional.
Si el cuajo te permite ver el vídeo que te enlazo, ya me dirás qué opinas de que un crío de 15 años esté metido en estas lides.
Como ya denuncio en el artículo, quienes le rodean están ahí sólo por la pasta. A eso llamo explotar a un niño. Pero lo mismo ocurre en fútbol y en deportes de motor y en gimnasia, sin que el personal se escandalice.
A ver dónde están esos que hablan de los derechos de los niños. Tenemos en este “primer mundo” mucho por lo que trabajar todavía.
¡Las madres que los parieron a todos! No entro ya en el tema de la explotación y en los derechos del niño (que aquí, con la pasta gansa que debe circular, es lo de menos). ¿Cómo puede ser vendido semejante carnaval como un “espectáculo”? ¿Qué aliciente, gracia, sabiduría, entretenimiento tiene ver a dos niñatos mocosos pegarse hostias hasta que uno se va a la lona? Y esa telecaca, repitiendo las mejores jugadas al final del combate. Es, sencillamente, de juzgado de guardia. Luego resulta que en los medios de comunicación nipones está prohibido y hasta es de mal gusto la exhibición de los órganos sexuales (¡serán hipócratas y meapilas!).
Me recuerda ésto una película reciente que en China ha sido censurada en sus escenas más eróticas (bah, unos cuantos grititos y desnudos) mientras que a ningún mandarín chinesco se le ha ocurrido cortar ni un solo fotograma de la inumerable y desaforada violencia que encierra la puñetera peli.
Pero en fin, si así son de felices en en el país del sol naciente, allá ellos. De una cosa sí estoy seguro: el angelito este del Hiroya y otros como él acabarán hechos polvo. Quiero decir, más hechos polvo de lo que ya están. Y se lo tendrán muy merecido, pero que muy merecido. Por gilipollas.