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Hubo 5 comentarios |
Buenísimo el artículo…y si por mi fuera todos calvos. Como se suele decir; La importancia está en el equilibrio
Saludos
Gracias, Alejandro. Me congratula saber que una parte importante de la blogosfera deportiva (de la indiscutible calidad de tu bitácora) coincide conmigo a este respecto.
Me gustan las bitácoras críticas y la tuya lo es.
“Los deportistas no representan a su país, sino a su federación deportiva, a su deporte, y a ellos mismos”. Tiempos éstos en que hasta las obviedades más obvias tienen que ser escritas negro sobre blanco. Una cosa es que el personal se alegre de los triunfos deportivos de unos compatriotas por aquello del chauvinismo que nos inculcan desde que nacemos (a todos, no sólo a los franceses) y por aquello de que así aumentamos un poco nuestra autoestima como país, y otra que estos tipos y tipas sean nuestros abanderados. Pero anda y mételes ésto en la cabeza a todos los que disfrutan con los éxitos propios y las desgracias ajenas de los gladiadores del siglo XX y XXI.
Fíjate que yo he ido todavía más lejos: ni siquiera representan a una ciudad o a un pueblo una pandilla de amigos o mercenarios cuyo club o equipo responde al nombre de Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga o el Porrosillo. Sï, son convenciones sociales muy arraigadas, maneras de hablar y todo lo que queramos, según algunos. Pero por eso mismo, cuando llegamos al tema de la pasta gansa, es cuando se ve a quienes hablan de boquilla y a quienes se ciscan en estas falsas creencias.
Chúpate cuarenta años sacando carbón de una mina asturiana (con la enorme suerte de no haberla palmado antes con un derrumbe o con silicosis) para que luego te quede una birria de paga por los servicios prestados. Paria fuiste y en paria te jubilaron. Y ahora comparemos con el trato que se da a los semidioses de los deportistas o famosos del culo, aunque haga ya varios lustros que dejaron de hacer sus numeritos en los divertsos Coliseums. Cuanto más servicio y utilidad prestas a la comunidad, peor te pagan, peor te valoran y peor te tratan. No sólo cuando eres útil sino, lo que es peor, cuando llega el momento en que ya eres un vulgar colilla por el paso de los años y has dejado de sere productivo.
Aquí las medidas populosas son aceptadas por el común y después por la clase dirigente (no fuera a ser que se disgustara el pueblo con sus gobernantes). Sobre todo aquellas que vienen satinadas de moralina.
Que hay que darle dinero a las viejas glorias venidas a menos… Pues se les da, estúpidos, que el dinero es vuestro.
Y así crecen algunas cosas en nuestro país, que surgen espoleadas desde los despachos más amarillento-rosáceos del cuarto poder.
Después, cuando uno se plantea llegar al fondo del asunto, se da cuenta de que una estupidez que ha echado raíces y es inamovible en el imaginario popular. Hasta la ley establece que las selecciones de las federaciones españolas representan a España, lo cual no me cansaré de decir que además de falso es una majadería.
Como dijo en cierta ocasión Juan María Atutxa en televisión: “las leyes las hacen hombres y mujeres de este país, y pueden ser cambiadas por hombres y mujeres de este país“.
Y si una ley está mal, lo sabio es cambiarla y no huir hacia delante. Esto último es lo que hace el dirigente político que no se ha parado a pensar que la ley está mal, que en algún punto del pasado se desvió.
Pero, entonces, ¿para qué queremos dirigentes que no se paran a pensar sobre la verdad de las cosas y a dónde nos lleva la senda que pisamos, y continúan actuando como androides, afianzando los errores o desviaciones del pasado?
Hoy toca cinefórum
tema: deporte de elite
claves: cine, documental, campeones, éxito, olvido, penurias, subsidios, subvenciones
resumen: presenta a debate un cine documental sobre el ocaso de muchos grandes campeones
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