De los CARD a las Escuelas Deportivas
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El deporte de alta competición, ese que pierde el trasero por ganar una medalla, un podium o 100.000 dólares per cápita, no puede diferenciarse mucho de unos países a otros. La mayor bondad o maldad del sistema político y económico hará que al deportista de élite se le perdonen en mayor o menor medida los fracasos, pero las reglas de juego y entrenamiento no son muy diferentes. Aún así, es preferible ser gimnasta español, inglés o italiano a serlo chino o cubano. Creo que se me entiende… (En cuanto a los privilegios a ciertos deportistas en su posterior vida laboral respecto a gente que no lo es, me parece injusta y fuera de lugar. Aquí sigue funcionando ese papanatismo y mixtificación de que el deportista representa al país y debe ser un objeto de culto en cuanto tal. ¿Y los demás, qué somos, simples parias contribuyentes? Quizás hagamos mucho más por nuestro país o por la tierra en que vivimos por capricho del destino más que esos guaperas y esforzados de la élite deportivesca…