Ciencia, tecnología y deporte
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no todos los bloggers dominicanos copian, existen muchos escondidos por ahi que publican contenido original, aunque no puedo negar que los visitados son aquellos que se dedican al copy paste.
Cierto, la mayoría de bloggers crean contenidos. Me refería —como bien has adivinado— a los blogs más visitados, y restringido ello al ámbito deportivo.
En realidad trataba de elogiar al blog Bar Deportes (enlazado en esa parte del texto), que sabe mezclar magistralmente la crítica, el c&p informando de contenidos, todo ello salpicado con una pizca de información de corte personalista que hace que su blog sea terriblemente adictivo.
Gracias por darme la oportunidad de incluir el matiz del que ahora dejo testimonio.
No será momento de universalizar el poder de decisión de las reglamentaciones?
Un saludo.
Humm… No alcanzo a entender a qué te refieres exactamente.
En el ámbito del fútbol —que supongo que es al que haces alusión— la IFAB es la que dicta la reglamentación a seguir. Y están persuadidos de que deben seguir controlando férreamente cualquier decisión que se tome al respecto, incluso la de abrir la posibilidad de decisión a más estamentos.
Mientras que los chicos del fútbol continúan evolucionando a pasos de tortuga prehistórica, en el tenis no dudan en hacer una pista nueva en cada eliminatoria de Copa Davis. Lo hacemos aquí y lo hacen en la Cochinchina. Al final, entre el anquilosamiento de los unos y el compadreo tramposo de los otros, acabaremos más entretenidos jugando a la Play un buen partido de fútbol (con más espectáculo y emoción, por supuesto) y una buena eliminatoria de Davis entre Supermán y Mortadelo. La ciencia, sí, avanza una barbaridad pero en el mundillo del futbolín todavía no se han enterado. En cambio, en el tenis, donde hasta tenemos un jugador “filósofo” (el serbio , Janko Tipsarevic) aprovechan cualquier resquicio técnico para meterle un match bol al contrario. ¡Unos tan poco y otros tanto!
La ciencia y la tecnología hacen del deporte un campo más sobre el que investigar. Es más, en tiempos de paz como los que vivimos en occidente, el deporte es un campo de pruebas sobre el que avanzar a imagen de lo que supone la guerra en tiempos de conflictos armados.
El futbolín se resiste a entrar en la era de las nuevas tecnologías. Vive anclado en su siglo XX, en la época de entreguerras. El siglo XXI no parece afectarles lo más mínimo. Esta circunstancia se merece un artículo aparte, dado el peligro que ello supone. Y digo bien, y repito: pe-li-gro.