(coloque el cursor sobre las estrellas que desee otorgarle y pinche)
Versión imprimible |
Deje su opinión |
Compartir |
Leer comentarios |
Anterior : « Libre |
Posterior : Latiguillo » |
Versión imprimible |
Deje su opinión |
Compartir |
Leer comentarios |
Anterior : « Libre |
Posterior : Latiguillo » |
Hubo 2 comentarios |
Si la caza y la pesca es un deporte, y el alpinismo y el automovilismo y hasta el ajedrez, yo me apunto a que también es deporte el liarse en la cama con la parienta, el pariento o el pariente. Se suda, hay esfuerzo físico (véase como suben las pulsaciones), se meten goles, hay repetición de la jugada, etc. Lo único que no suele haber es periodistas cotillas que retransmitan el encuentro (genial una escena de Wody Allen en una película antigua suya, en que sí los había).
Y dado que hoy día todo lo que es deporte alcanza niveles de poder, influencia y privilegio enorme, todavía más a mi favor para que el fornicio, folleteo, amorada o sexualidad compartida (dúo o trío, especialmente, y patrocinados por Telefónica) sea considerado como una práctica deportiva. Y todo ello por el bien de la humanidad actual pues a este paso todo lo que no sea deporte va a dejar de ser considerado un hecho relevante. Vamos, que no va a salir en los telediarios…
Humm… Me atrevería a decir que el hecho de procrear no puede ser deporte… por definición. Quiero decir, que como es algo útil…
Pero el lúbrico ejercicio del joder con prójimas y prójimos sólo por el placer de hacerlo sí podría elevarse al rango de deporte. Es como cuando juegas un partido de fútbol sólo por el placer de jugarlo.
Eso sí, en cuanto haya profesionales de por medio la cosa cambia. Ya habíamos dicho que “deporte profesional” es un oxímoron en toda regla. Entonces las llamadas trabajadoras del amor no hacen deporte, siempre que obtengan del tal ejercicio su modus vivendi.