El cuarto jinete (2/3)
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Llevo leídas tus dos entregas y, si estuviera en mi mano, les daba a ambas un premio. Mira que para los elogios soy bastante rácano pero es que lo escrito hasta el momento es “demasié”. Claro que estos escritos jamás saldrían en ningun medio, ni siquiera en los que se proclaman más críticos, porque todos viven del pesebre del poder o de los aspirantes al poder (que pagarán los favores cuando puedan hacerlo).
Sólo en una cosa, je, je, estás bien errado. Refiriéndote al Camps y a la Barberá, afirmas que “ellos no arriesgan ni un ápice de su fortuna personal”. El primero manifestaba el otro día en la rimbombante declaración de bienes que ha hecho el Parlamento valenciano que sólo tiene 900 euros en la cuenta bancaria, un coche de 15 años y alguna que otra menudencia. El resto lo comparte con su mujer y tampoco es gran cosa. De la Barberá recuerdo que tiene un coche de 20 años. Así que imagínate el resto.
O sea, que una de dos: o esta gente miente como bellacos y bellacas o tienen un agujero por manos.
Ya te digo, en tus dos exposiciones me alucinas y me quito el sombrero y la peluca ante tu lucidez pero en lo de los amiguitos de la paella valenciana quizás no llegaste a tiempo a tan bella publicación de bienes.
El otro Parlamento que ha publicado también la cosa fantástica esa de los bienes ha sido el andaluz y ya sabrás, porque eso lleva parido hace más tiempo, que el señorito Chaves también es un pobre de solemnidad. ¡La mitad de los andalucitos tenemos más dinero en el banco que el que nos ha mangoneado durante veinte años y un día! Y, por cierto, otra Comunidad donde sus mangoneantes organizan eventos a espuertas con dinero público para, según ellos, atraer turistas, fomentar el deporte y otras gaitas. Con tu permiso les dedicaré proximamente un artículo guillotinero a esta pandilla de mamoncetes de lo público, acá por el sur.
Ya sabes que nuestro añorado José María García repetía hasta el hartazgo que el halago debilita. Así que me tomaré tus cumplidos como de amigo.
En cuanto a la declaración de bienes (o males, visto lo visto) sí que me llegó el otro día. Pero símplemente no me la creí. Ahora bien, no sé para qué se toman la molestia de publicar algo que nadie se cree. Sí que me llamó la atención que en la declaración de bienes no aparecía ningún traje…