Sus Majestades las Señorías del Congreso
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Repite mucho lo de cobrar en potosís :)
Sí, claro; forma parte del disgusto que traigo… ;-) (es una figura retórica que se llama “repetición”; lo encontrará en el DRAE). Aparte de esta repetición, ¿cree usted que yerro en mi diagnóstico?
Pensar que a estos tíos y tías les preocupa el “deporte para todos” (lo verdaderamente importante para la ciudadanía) es pensar que trabajan por amor al arte. Son unos artistas. Y no sólo los ponentes de este engendro leguleyo (que espero haya ido a la papelera tras su denegación) sino el resto de sus majestades, que también bailan al mismo son y ton, aunque su “país deportivo” tenga otras fronteras más anchas.
Aquí cada cual arrima el ascua a su sardina y cuantas más ascuas y sardinas tengan en su cartera y cortijo, mejor para ellos. Y si hay que ciscarse en el deporte profesional como práctica “privada” a ellos, plim; y si hay que meterse en camisas ajenas de once varas, donde ni pinchan ni cortan, a ellos, plam. Y es que están tan acostumbrados a hacer lo que les sale del pitorro en su cortijo que se creen que pueden hacer lo mismo con el resto del personal, organizaciones, entidades, federaciones, deportistas, etc, aunque se encuentren en otros pagos y lugares.
Yo propongo aquí, a la vista de tanta necedad deportivesca, que en el Parlamento se establezca un control antidoping cada vez que alguna majestad presenta una parida propia o grupal. Antes de ponerle el sello de “entrada” y darle una copia con el “recibí”, que soplen, se hagan un análisis de sangre y orina y luego los resultados se incorporen al trámite parlamentario de la proposición leguleya. Nos íbamos a dar cuenta que lo que se cuenta de los pobres ciclistas es algo infantiloide comparado con lo de estos tipos que se creen tan listos.
Lo de los chupitos quedaría en pura anécdota, aunque viene muy traída para saber porqué cerros camina este personal tan despersonalizado.
Entiendo que compartes mis críticas. Lástima; me gustaría que alguien me contradijera. Para variar.
Los que sí llevan visos de conseguir un “país deportivo” son los de COI. Cualquier día piden la independencia de la finca que tienen en Lausanne. Algo así como el cortijo que tiene el Papa en mitad de Roma.
De tan mal que está la cosa uno se va animando. Cuando comienza un nuevo día uno gusta de pensar con qué nueva
chorradasorpresa se va a desayunar. Es una especie de aliciente para levantarse cada mañana.