Bitácora

Alcance del 28 de junio de 2006 para el artículo nº 202


En el artículo Profesionales reflejaba la facilidad con la que los profesionales del deporte pueden hacer trampas únicamente dejándose ganar, y recordaba que esto ya había sido apuntado en los albores del deporte moderno.

Pero claro, la derrota ha de reportar beneficios económicos al vencido; ese es el trato.

Quien cobra por competir lo que quiere es dinero, y si éste llega fácilmente fiar la puridad de la competición a la conciencia de cada individuo no es garantía de nada.

El profesionalismo ha llegado prácticamente a todos los deportes. Y las apuestas también. Y están presentes en todos los niveles. No sólo en la elite deportiva.

En el prestigioso torneo tenístico de Wimbledon ya asoma la sospecha  por debajo de los cincuenta primeros de la ATP.

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