Bitácora |
Alcance del 31 de mayo de 2008 para el artículo nº 445 En el artículo ahora alcanzado y en mi comentario a Juan Puñetas pido sin ambages la dimisión de los irresponsables de la RFEH que no supieron prever o/y atajar el asedio al que dicen que se vieron sometidos en Bakú. Pero en España no se va nadie de una poltrona ni que les echen agua hirviendo. Los mandamases se aferran a sus sillones bonificados crematísticamente, algunos quizá porque son tan infelices que no tienen a donde ir, como es el caso de los técnicos deportivos que llevan chupando de la teta federativa varios trienios. Pero en el resto de Europa sí que parece existir la sana costumbre de dimitir tanto cuando uno comete un error como cuando a uno se la indilgan. Uno se va por ética y por vergüenza. Uno se va reconociendo que lo podía haber hecho mejor. Y esto ocurre tanto en la política como en el deporte (vía L'absurd diari): El portavoz de la federación, Vaclav Tichy, asumió la responsabilidad por los errores y renunció al cargo. Su subalterno fue despedido, y otro directivo de la federación fue multado, según ha indicado el organismo. No espero que empiece a cundir el ejemplo entre mis compatriotas. A lo sumo me contentaría conque alguno se diera cuenta… [Puedes comentar a este alcance en el formulario del artículo] |