Nadal se desayuna hoy con un control antidopaje sorpresa y suelta la rabia (contenida) en su cuenta de twitter (que digo yo, que mira que hay gente comemierda que está pendiente de las cuentas twitter de los famosos… ¿o será que para eso las tienen?) (me excuso porque yo lo he leÃdo en la prensa… ¿seria?).
Pues mira, majo, si «era de esperar» y te alegras «de que sea asû, ¿para qué se lo cuentas al mundo? ¿No eras tú el que pasaba unos catorce controles sorpresa al año? (cito de memoria, quizá fueran más). ¿Por qué entonces le has dado más importancia a éste? Prosigue con tu vida de millonario y continúa jugando, que es para lo que te pagan (pagamos) y no nos interesan tus compromisos ni los problemas que te ocasionan.
Los Vicario andan a la gresca porque la niña de sus ojos ha decidido contar al mundo que su familia se aprovechó de ella y de sus ganancias (¡leche!, qué manÃa tienen los famosos de contar su vida e intimidades al mundo, como si los demás mortales no tuviéramos suficiente con nuestros problemas… como si nos importaran los de ellos). Tal vez los padres creyeran (pensaran) que el dinero les pertenecÃa en calidad de bienes gananciales o comunidad de bienes o derechos paternales.
Ahora están jugando a ver quién desprestigia más a quién: Arantxita desde su visión de dolida y resentida, sus padres desde su punto de vista de ofendidos y amantÃsimos (de momento van 15 iguales, pero llegarán más lejos). Los hermanos… bueno, en realidad los hermanos de la chavala nunca pintaron mucho… ni peso ni criterio (recordemos cómo al Emilito le colaron los Nadal y compañÃa aquella infame carta pública al presidente de la federación de tenis y cómo desapareció poco después sin dejar rastro) (bueno, sÃ, consiguió que el ingenioso hidalgo don RodrÃguez Zapatero soltara aquella estulticia de que iba a crear un ministerio especÃfico del deporte). Mientras los padres dicen que la familia la perdonarÃa, y los memos de la ReD se ponen de parte de unos y de otros, aún no he visto que los amantÃsimos progenitores desmintieran y desmontaran una a una las acusaciones de su retoña. Y todos sabemos los abusos que se comenten en los entornos familiares con los niños prodigio (del deporte y de otras materias… es un hecho histórico).
Que nos dejen en paz con sus cuitas Vicarios y Nadales. En tanto que personas públicas sólo se les pide que hagan bien su trabajo y que luego sepan desaparecer. Ya tenemos bastante con la que nos está cayendo con la inútil clase polÃtica que asola España desde el Congreso hasta el más pequeño de los Ayuntamientos.