Vamos por partes, como diría Jack el Destripador… El Ayuntamiento de Alicante pretende eliminar su organismo autónomo local para el área de deportes (llámese Patronato Municipal, Fundación Municipal, Instituto Municipal…) aprovechando los recortes presupuestarios y alegando un ahorro en la gestión deportiva: «Alicante elimina su Patronato Municipal de Deportes debido a la asfixia financiera».
A primera vista podría parecer un daño colateral de la crisis, pero asomándonos al fondo del asunto nos dicen que no habrá despidos, que ya existió un recorte presupuestario de dos millones de euros… Y no explican dónde ven la disminución para el erario municipal que supondrá la eliminación del organismo autónomo. Eso sí, cuando el ayuntamiento asuma la gestión deportiva de forma directa, la oposición se tendrá que despedir de su participación en las directrices deportivas del municipio y de la fiscalización de los presupuestos para deporte de la entidad local.
El daño económico al deporte lo ocasionan ideas extendidas y aceptadas como válidas que se repiten hasta la saciedad y sobre las que nadie cuestiona nada. Sirvan como botón de muestra un par de ejemplos.
El ciclista Carlos Sastre se retira del ciclismo y le homenajean en una gala de deportes (solamente para que el político salga gratuitamente en la prensa). El chaval, buen deportista pero poco conocedor de los entresijos del deporte, nos dice que los jóvenes ciclistas abulenses en un: «“futuro próximo, llevarán el nombre de Ávila por todo el mundo”». ¿Y solamente por eso hemos de invertir dinero público en la formación de figuras? A mí me parece que el dinero público ha de invertirse en la faceta de deporte salud y de deporte para todos, que curiosamente es la función de los organismos autónomos locales para el área de deportes.
Desde Perú, pero es extensible a todo el orbe, se quejan de que dos significativos equipos futboleros pueden descender de categoría al no poder hacer frente a sus deudas. La noticia quiere ignorar que ese es el día a día en el mundo empresarial. Cuando una empresa no puede afrontar sus deudas es porque no tiene razón de existir. Sin embargo, en España, las Administraciones públicas han inyectado vergonzosamente dinero en los equipos futboleros de la ciudad en un pasado demasiado reciente y aún actual.
Hace escasas fechas se comunicaba que Vázquez Raña había decidido abandonar su puesto en la empresa multinacional conocida como COI (podría ser que se hubiera beneficiado desde su puesto de supremacía y preponderancia). Pero Vázquez Raña debe de estar muy cabreado para acusar con nombres y apellidos a correligionarios suyos que ahora quedan muy bien instalados en el COI. ¿Fue un santo varón Vázquez Raña durante su larga estancia en la cúspide del COI? ¿Es que ahora, octogenario, le remuerde la conciencia? ¿Por qué no había denunciado antes estas actitudes que no vienen del jueves pasado?
He aquí sólo una muestra de los verdaderos males del deporte…