Archivo mensual: abril 2013

Sin norte y sin compás

Este articulete se va a escribir sólo. Ya lo verán. Voy a ir enlazando una serie de noticias. Los más perezosos no tienen más que leer los titulares, aunque los subtítulos tampoco son dignos de ser desperdiciados. Todas las noticias provienen de El Correo y son bien frescas. Vamos allá, sin más prolegómenos ni antecedentes:

  1. La Diputación de Bizkaia concede una ayuda de 5,2 millones al Bilbao Basket
    El Gobierno foral le da 1,5 millones en mano y con los 3,7 restantes salda la deuda del club con la Hacienda foral.
  2. José Luis Bilbao asegura que la ayuda saldrá del superávit de 19,9 millones de la Diputación
    El diputado general justifica la ayuda asegurando que sin el club no habría partido de la NBA ni Estados Unidos jugaría en Bilbao en el Mundial de 2014.
  3. El PSE ve un «escándalo» que Bilbao entregue parte del superávit foral a un club privado
    Califica la decisión de «falta de ética» y pide que el diputado general explique «las razones que le han llevado a usar los dineros de todos los vizcaínos como si fueran los de su bolsillo».
  4. Bildu tacha de «indignante» que se aporte dinero público al Bilbao Basket
    «Es inaceptable que no haya dinero para todos los servicios sociales, mientras se otorga dinero de todos a un club privado cuya gestión económica no ha sido ni correcta ni transparente», indica Joseba Gezuraga.
  5. Hiru pide a la Diputación que perdone las deudas a los camioneros como al Bilbao Basket
    El sindicato de transportistas autónomos vascos alega que su sector también se encuentra al borde de la desaparición y lleva el nombre de Bizkaia «por todo el mundo».
  6. La Diputación destina 1,9 millones para los ayuntamientos vizcaínos en peor situación
    El objetivo es que los consistorios puedan afrontar la devolución de los fondos forales de financiación municipal Udalkutxa correspondientes a los cuatro últimos años.
  7. Patxi López, tras la ayuda al Bilbao Basket: «¿cómo vamos a pedir a las empresas que paguen?»
    El líder del PSE cree que «no es aceptable» que mientras se defienden recortes en los servicios públicos, el diputado general, José Luis Bilbao, utilice la fiscalidad de Bizkaia como si fuera algo suyo».

Tan sólo quiero añadir que no me cabe duda alguna de que tanto PSE como Bildu hubieran cometido el mismo atropello de estar en el desGobierno autonómico. El López mejor hubiera aprovechado sus días de lehendakari para gestionar con más acierto el dinero público. No lo hizo, pues no aprobó la reválida, y los votantes le han echado. Mucho «escándalo» y mucha «indignación», pero nadie hará nada. Son como aquellos fariseos que se daban golpes en el pecho cuando acudían al templo… Al tiempo, que tiemblo.

Dando caña y afilando la guadaña

Y voy lanzado, que hace tiempo que no escribo en este blog. Tres días seguidos, cuatro entradas en esta semana. Tengo por aquí guardado un corte que puede resultar interesante a quien, como un servidor, observe el deporte como espejo de la sociedad en que flota cual aceite sobre el agua.

Vaya un vídeo del bendito yutub de hace casi un año. Toni Cantó se dirige al presidente del CSD tras la intervención de éste. No hace falta saber qué dijo el Cardenal (que ya tiene bemoles dirigir el deporte nacional y apellidarse —casi— hematoma). El debate es ya manido, sobado, ajado. Pero viene a colación de un artículo que subiré en un par de días, cuando amaine la tormenta que azota Bilbao y que tiene como vórtice un club de baloncesto local.

A Toni Cantó, que habla como un libro abierto, aunque en alguna ocasión ha patinado, igual que todo buen escribano echa un borrón, le ha faltado preguntarle al «Moratón» por qué el CSD se inmiscuye en los asuntos de una liga privada que se tilda a sí misma como profesional. Si son profesionales, y puesto que cobran por ello, que paguen sin demora a las arcas públicas. No se le ocurre a la Secretaría de Estado de Energía, un suponer, mediar en el conflicto entre una hidroeléctrica y sus trabajadores, ni a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones absolver o legislar para que una telefónica pague sus impuestos cuando le dé la gana. No entiendo por qué a la Secretaría de Estado para el Deporte se le ocurre y le permiten sentarse con los clubes profesionales de fútbol, con la Liga de Fútbol Profesional y con la RFEF para mediar en una huelga futbolera o en las deudas acumuladas

¿Que quién es este hombre? Pues es paisano de un servidor, aunque más jovencito. Por tanto desde El espectador se le va a exigir mayor seriedad, compromiso y acierto. Al Lissavetzky, de triste recuerdo para el deporte español, le dimos caña. El efímero e insuficiente sustituto que nos legó (Albert Soler) se salvó por la desidia que embargó al irreverente que escribe en este blog. Y apuesto a que el actual secretario de estado para el deporte, por muy versado en derecho deportivo que esté, meterá la pata en numerosas ocasiones por servir al dictado a unas siglas políticas. Hará lo que le digan. Ya se sabe: si piensas, no milites.

Los niños derechos

Decía en la entrada anterior que esta sociedad tuerce a los niños. Se ha vuelto todo muy contemplativo. Cualquier niño tiene todo tipo de derechos, excepto el derecho a que le enderecen o le eduquen en el respeto a los demás, que viene a ser lo mismo. Y como no todos los infantes son iguales, enseguida se nota el niño que no tiene dirección en casa.

Aunque es justo reconocer que algunos van a salir torcidos con tutor o sin tutor. Pero esta sociedad saciada y contemplativa es capaz de erigir un monumento a un botarate.

O de permitir que un famoso oportunista le dé el nombre a un lugar público de alguien que goza de la oportunidad de hacerse famoso. Luego, si el tipo o tipa mete la pata, se cambia el nombre por el de otro u otra que pasaba por allí.

Aunque muchos jóvenes no lo recuerden, en este país se hizo famoso un boxeador no hace tanto tiempo: Poli Díaz, de Vallecas, que llegó a tener en vela a más de medio país con motivo de la disputa de un entorchado mundial que no consiguió. Lo logró tiempo después Javier Castillejo, pero no alcanzó tan altas cotas mediáticas como aquel Potro de Vallecas.

El caso es que no fue raro que en pleno auge alguien diera el nombre de Poli Díaz a un polideportivo municipal, como en fechas más recientes se le ha dado el nombre de Íker Casillas a una avenida de Móstoles, o el de Alberto Contador antes del filete a unas instalaciones deportivas de Pinto, o el de Fernando Alonso a una céntrica calle de Oviedo.

Y el niño que había dentro del boxeador ha salido torcido. Agotado el dinero de los campeonatos, hace tiempo se supo que alquilaba un par de tiendas de campaña a los yonkis del barrio para chutarse en la vena; más tarde se le vio intentando cumplir como actor porno. Mucho después nos llegaron noticias de que había sido apuñalado, aunque fiel a la ley de la omertá del gremio se negó a dar datos de sus agresores. Al poco se dispuso a enseñar el noble arte del boxeo a niños descarriados o no. Esta misma semana publicaba un libro de memorias… Y ayer era detenido por apuñalar por la espalda con un destornillador a un tipo que estaba cerca o que no debía estar.

Los niños salen torcidos, y otros adultos pueden torcerse por el camino. Por eso insistimos en que no se dé el nombre de personas vivas a lugares públicos.

El árbol torcido

Contar chistes por escrito es una pérdida de tiempo porque no hacen gracia; así pues, permitan que tan sólo me atreva a recordarles aquel del pastor montañés al que transportan a una urbe (española, claro) en plena campaña navideña. El hombre se da un garbeo por los inevitables grandes almacenes y allí ve un trenecito de juguete que va dando vueltas por unos prados muy bien representados en una maqueta. El paisano se enoja, ase la cachava como un cipote y comienza a darle bastonazos al tren hasta que lo destartala. Retenido por los servicios de seguridad, y viendo que no es más que un pobre viejo, le preguntan por su acción, y furibundo aún dice a voz en grito: «ahora, de pequeños, es cuando puedo acabar con ellos, porque cuando se hacen grandes me matan las ovejas».

Ya les he anticipado que así leídos los chistes no hacen gracia, pero me sirve para introducir este artículo: «Fútbol, niños, psicodrama».

La presión a que los adultos someten a los más pequeños finde tras finde logra que lo que debe resultar una práctica placentera, educativa, complementaria, formativa, se convierta en un drama, una obsesión, una histeria colectiva. Hace tiempo que lo sabemos, pero nadie ha tomado cartas en el asunto. Nadie con responsabilidades, porque a quien compete tomar medidas es a las federaciones a través de sus equipos.

Quizá de manera tan sencilla como dejando de imitar las competiciones de los grandes. ¿Adónde van con una liga de treinta partidos o más? ¿Por qué no convocar torneos de un fin de semana cada dos meses y entretanto que los niños entrenen por objetivos? ¿Por qué no dejar que cada entrenador premie a su equipo, ganen o no ganen, si alcanzan ciertos objetivos, como dar X pases seguidos sin perder la pelota, o rematar de cabeza entre los tres palos tras un saque de esquina, o trenzar tal o cual jugada?

Finalmente van a meter las pezuñas los políticos y como es de prever acabarán deteriorando la situación aún más. La única idea a la que les alcanza la neurona es parir una nueva ley, como si no estuviera ya todo legislado. Uno de los problemas de este estúpido país de estúpidos es que las leyes no se respetan y no se hacen cumplir. Ni la de los perros con correa ni la de no fumar en los bares. Pasado un tiempo la furia legislativa se relaja y la policía, funcionariado al fin y al cabo, se acaba ocupando de no meterse en líos y papeleos absurdos.

Luego los niños le salen torcidos a esta sociedad de catetos, porque, al igual que los trenes, hay que enderezar los árboles cuando son jóvenes poniéndoles un tutor que les dirija. Pero un tutor que tenga bien asumidos qué valores deben potenciarse.

Con una vuelta de tuerca más, es de justicia reconocer que el asunto no es sencillo porque la ley irá destinada a los adultos amparándose en preservar la salud mental y los derechos del niño… luego deberá tratarse de una ley orgánica… Desconozco si un gobierno autonómico tiene facultades para promulgar una ley de tal categoría, pero, ¿a quién le interesan los niños ni sus avarientos padres? Se trata de justificar el sueldo y el paso por el parlamento autonómico redactando una nueva ley, aunque acabe anulada por el Constitucional.

La capa y el sayo

Dicen que Cristiano Ronaldo se negó a intercambiar su camiseta de la selección de la federación portuguesa de fútbol con un jugador israelí en un partido de hace un mes porque según propias manifestaciones (no registradas) no intercambia su camiseta con asesinos.

Y de este dato (sin confirmar aún las palabras del delantero luso) coligen que es antisemita y le acusan de ello (como si no hubiera anticatalanes y antivascos que alardean de ello, o antialemanes o antiamericanos que también alardean de ello).

De entrada se me ocurre que antes de acusarle habría que comprobar si no intercambia su camiseta con asesinos judíos y sí con otro tipo de asesinos, porque supuestamente él se ha negado a intercambiarla con asesinos, no con semitas(1).

Y de salida se me ocurre que el debate en todo caso ha de circunscribirse a un asunto de percepción personal si es que él entiende que todo judío es un asesino. A lo mejor es que aplica aquel refrán asturiano: «Tanta culpa tiene el que mata como el que tiene por la pata».

(1) Curioso el lío que se trae el DRAE con las palabras semita y antisemita. En el segundo lema desaparece la referencia a los árabes que se hace en el primero.