Lo siento pero no me lo creo. Quizá sea que soy escéptico por naturaleza, quizá sea que soy un desconfiado recalcitrante, quizá sea que después de escuchar a Armstrong negar durante años por activa y por pasiva su militancia en las filas de los dopados he perdido por fin mi ingenuidad.
Gunduz Ismayilov fue dopado por su ex novia por despecho.
Esto ha sido la gota que colma el vaso de mi credulidad. Lo siento pero no me lo creo.