Mil quinientos dólares por lesionar a un rival. Asà como suena. Por cierto, que no se comienza una frase con guarismos… Tomen nota los profesionales del periodismo… y los profesores de la Uni, que olvidan advertirlo en sus clases. Yo lo aprendà en 3º de EGB… buenos maestros habÃa antes…
De regreso a la noticia… Es lo que tienen los deportes de contacto directo como el fútbol americano, donde al juego con un balón se añade la destreza para dar y evitar golpes.
Esa oferta puede parecer una barbaridad, y seguramente lo sea. Mil quinientos dólares (netos) dan para hacerse un buen regalo. Por otro lado, para los millonarios profesionales de la NFL es una cantidad residual (proporción). Vienen a ser un 0’10% para un mindundi que gane un millón y medio de dólares. Y para una estrella del balón ovalado puede ser incluso una décima parte de eso.
Lo que llama la atención no es la cantidad, sino el hecho de que se premie sacar a un rival del campo, cuando una lesión deberÃa ser un lance casual y no deseable. Volvemos al eterno debate entre lo moral y lo legal. Es de suponer que la NFL se encargará de que no sean legales, pero no por ello van a conseguir frenar esas porras inmorales (que probablemente se den en otros (todos) equipos).
Me temo que con esta declaración el fútbol americano ha alcanzado un nuevo estatus. Y ya que preveo que no puedan evitar «porras secretas» sobre este particular, presagio que en las casas de apuestas (si es que no está ocurriendo ya) se envide al periodo en el que un quaterback es lesionado (el fútbol americano consta de cuatro cuartos de quince minutos cada uno). La fantasÃa escenificada por el Blood Bowl está ahà delante. Se repite asà el eterno debate (también) entre ficción y realidad y cuál de ellas va más lejos.